Brillante: Morilla tira la puerta abajo
Sin edad para beber, pero la primera ronda la paga Pelayo Morilla. El triunfo del Sporting de Gijón en Soria ha servido para que el canterano rojiblanco derribe la puerta del primer equipo. Sin pudor, sin vergüenza, con fútbol y calidad. Se confirman las sospechas, hay una brillante perla en Mareo.
En Alcorcón llamó a la puerta con educación. En Soria la derribó sin contemplaciones, con detalles de jugador diferencial. Tiene 17 años y mucho fútbol en sus botas. Se esperaba que Rubén Baraja le diera la alternativa tras varios encuentros esperando su oportunidad en el banquillo. No parece que la haya desaprovechado.
En Los Pajaritos dominaban el duelo los locales. A los 25 minutos de juego, en una acción sin aparente peligro, Morilla se inventó un sombreo maravilloso pegado a la línea de cal y forzó una falta, a la postre decisiva. El libre directo lanzado por Hernán abrió el marcador. Tres minutos después volvió a aparecer el descaro del canterano.
La falta forzada por Neftali en la lateral izquierda del área era un caramelo para Pelayo. Sin miramientos recogió el esférico y cuando se esperaba un centro al corazón del área sacó el genio de sus botas. Un disparo envenenado directo al arco numantino que Grego, en su esfuerzo por despejar, acabó peinando antes de besar las mallas. A celebrar.
Conducción, desparpajo, peligro constante y la sensación de desequilibrar a ilustres veteranos con pasmosa tranquilidad. Tuvo tiempo de buscar el tanto con un envenenado disparo cruzado en jugada individual, e incluso de intentar un gol olímpico desde la esquina. Hubiera sido un magnífico colofón.
