La defensa de Rubi

Rubi, aún técnico del Sporting, es uno de los miembros del vestuario rojiblanco que más tocado ha quedado con el descenso confirmado a Segunda división. Certificada la 'condena', el catalán ha destacado varias veces los números que acumula los asturianos desde su llegada, con 18 puntos en 19 jornadas. Un registro con el que ocuparían la posición 13 de la tabla si LaLiga Santander hubiese empezado en la jornada 19.

 
A Rubi nadie le puede negar su trabajo y plena dedicación al frente del banquillo sportinguista. El técnico ha demostrado su entereza para afrontar la delicada situación del Sporting, cada vez peor según avanzaban las jornadas. No ha perdido, en ningún momento, la tranquilidad para buscar soluciones, pero no ha tenido la fortuna necesaria para cumplir el objetivo por el que aterrizó en Gijón.
Sus números indican que la permanencia para los rojiblancos no hubiese sido un reto imposible con él al mando desde la primera jornada. Esos datos, de todos modos, no son absolutos sino más bien relativos. Sobre todo porque dos de las victorias con el de Vilasar de Mar se produjeron en las dos últimas jornadas, con el equipo gijonés en una situación límite y ante rivales sin nada en juego como Las Palmas y Éibar.
Para seguir activo en los banquillos, la clasificación tras la derrota ante el Éibar en El Molinón es el mejor argumento de Rubi, muy tocado por acumular su segundo descenso consecutivo tras el que no impidió con el Levante. En realidad, con la temporada actual son ya tres los objetivos que no ha podido cumplir, después de no lograr el ascenso con el Valladolid.