La Policía expulsó a siete aficionados de El Molinón por una pancarta contra Tebas

El colectivo sportinguista La Norte 5 abandonó el Fondo Norte de El Molinón en solidaridad con siete de sus integrantes que fueron expulsados por la Policía Nacional en el descanso del partido frente al Mirandés. El cuerpo de seguridad estatal alegó "actitudes violentas", por lo que también les retiró el abono y levantó acta para proponer sanción. 
El conflicto comenzó antes del partido, cuando un miembro de la Norte 5, Jairo Pinto, fue retenido por la seguridad privada del club en los accesos a El Molinón. "Yo portaba una mochila que llevaba tres pancartas. Una ponía 'Sporting, libre'; otra, 'Fernández pone un kilo, ¿cuánto se llevó?' y la última 'Impago a los futbolistas, sobres a los periodistas", comentó el aficionado en el programa El Partido de las 12 de la Cadena Cope. 
Finalmente, los seguidores retenidos esperaron la presencia de La Policía Nacional, que en ocasiones anteriores había mediado en beneficio de la libertad de expresión, pero en esta ocasión no se presentó. "Cuando el partido iba a empezar nos dispusimos a entrar, nos agarraron las pancartas, pero la cosa se quedó ahí". Sin embargo, otra pancarta terminó motivando la expulsión de seis miembros de la Norte 5 en el descanso, una vez que la Policía Nacional consideró violento el lema 'Tebas, asesino del fútbol'. "Esa es la pancarta en la que se escudan. No la llevaba yo, la pasó otro chico", explicó Jairo Pinto que en cualquier caso reconoció que dicho cartel pertenecía a La Norte 5. 
Ante la expulsión de los seis aficionados los restantes integrantes de este colectivo abandonaron el municipal gijonés en los primeros minutos de la segunda parte entre los aplausos del público. Ya en el exterior seis miembros de este colectivo fueron identificados en el acta que levantó la Policía Nacional. En este sentido, La Norte 5 ha decidido movilizarse para recolectar y afrontar las posibles sanciones económicas.
Asimismo, Jairo Pinto, durante su intervención, aseguró que la seguridad privada del club les dijo que "no se podía mentar a Fernández ni a Alfredo García Amado", y que estas directrices las había marcado "expresamente" el propio director general del Sporting.