Badé y el 'dichoso' partido a partido

Loic Badé será, casi con total seguridad, titular ante el Mallorca. Y lo hará, a pesar de estar apercibido de sanción de cara al derbi ante el Real Betis, porque Kike Salas cayó ante Las Palmas y porque en este contexto, en esta realidad sevillista, el partido ante los de Aguirre será tan o más importante que el del Benito Villamarín, porque el dichoso partido a partido le ha ganado a la rivalidad histórica.

Si Kike Salas no hubiese recibido la quinta amarilla ante Las Palmas, el debate estaría más que abierto. Aunque se quiera evitar o contextualizar, si el Sevilla hubiese tenido algunos puntos más a estas alturas, el derbi en el Benito Villamarín habría pasado a ser un partido con un toque más de importancia, pero la historia es la que es: Quique no tiene a uno de sus tres centrales de confianza de cara al lunes y la salvación aún no se ha conseguido.

Ante dicha situación, a menos que se produzca algún tipo de lesión inesperada, Loic Badé será titular el próximo lunes junto a Sergio Ramos en el eje de la defensa, y serán Marcao o Nianzou los que le acompañarán... a menos que Gudelj vuelva a la zaga, dejando que Agoumé ocupe el pivote.

Evidentemente, y aunque los futbolistas intenten negarlo, el francés jugará condicionado, y posiblemente hasta ayudado por sus compañeros, que intentarán que no sea él el que tenga que jugarse la cartulina amarilla, porque nadie esconde que el ex de la Premier es actualmente indiscutible y no tenerle en el Benito Villamarín sería una pésima noticia.

Loic Badé, indiscutible a pesar de su pequeño bajón

Y será una pésima noticia a pesar de que Badé, al menos en sus últimas actuaciones, está lejos de ser el zaguero que enamoró el pasado año. El joven francés, tras superar su última lesión, volvió a la titularidad junto a Ramos y Kike Salas, pero tanto en Getafe como en Gran Canaria evidenció algunos problemas.

Mucho más inseguro de lo habitual con la pelota, Badé sufrió algunos pequeños errores que casi le cuestan un susto a su equipo y es inevitable decir que afronta la temporada lejos del nivel con el que cerró el pasado curso.

Aquél nivel mostrado, con la Europa League como gran éxito, le sirvió al zaguero para ser comprado por el Sevilla y, sumando lo visto este curso, le sigue valiendo para ser uno de los futbolistas más fiables y, a su vez, más atractivos para el mercado de fichajes blanquirrojo, algo que llegará, evidente, tras lo de Mallorca, lo del Benito Villamarín... y mucho más.

Él conoce sus límites. Él sabe que no está aún en ellos... y que el dichoso partido a partido tampoco le dejará llegar a otros ante el Mallorca.