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Sampaoli: "Nadie me va a sacar del último partido en el banco del Sevilla"
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Jorge Sampaoli va a dirigir su último partido con el Sevilla ante el ya descendido Osasuna. Para el argentino será el adiós a una temporada que se marcha con un sabor agridulce después de varios momentos de gran fútbol y de pelear arriba con los grandes durante la primera parte del campeonato.
Aunque Sampaoli podía haber sido más claro con su mensaje y su futuro, el choque ante los navarros no es uno más para el de Casilda. “Que quede un partido que uno dispute con la camiseta del Sevilla, para nosotros es tan transcendente como el primero. La meta es pasar los 70 puntos y estamos ilusionados con que suceda. Vamos a buscarlo. El balance para mí ha sido un año de mucha competencia arriba, con los mejores equipos de la Liga, pasando la segunda etapa de Champions con Lyon o Juventus, quedando fuera errando dos penales contra Leicester y de manera injusta, con un promedio de 1,70 goles por partido", analizaba el preparador argentino. El técnico también quiso añadir que en ningún momento quiso abandonar el Sevilla antes del final de La Liga. "Nadie me va a sacar del último partido en el banco del Sevilla. Por eso digo que hay un alto grado de maldad para dividir, para generar que un día que sea una fiesta en la que respetar la campaña de este equipo. Una mentira contada cien veces se convierte en verdad. Por algo se inventan las cosas. Ni siquiera al haber llegado a un acuerdo no hubiera dirigido el último partido del Sevilla", concretaba Sampaoli.
Además, Sampaoli defendió la temporada que realizaron sus futbolistas que entendieron e interpretaron su mensaje desde el comienzo del año. "El Sevilla estuvo siempre apremiando a los equipos que parecen inalcanzables durante casi 30 fechas, obtuvo una identidad de juego que le acercó a la esencia del hincha del Sevilla. Es un año que nos llenó de expectativa e ilusión durante casi doce meses”, concluía Jorge Sampaoli.
En cuando a su legado, el de Casilda espera que la afición recuerde el año de buen fútbol que dio el equipo. "Que recuerde la manera de jugar y cómo afrontamos con valentía, más allá del plantel nuevo, estar peleando Champions y la Liga. Fuimos eliminado en Copa con un vibrante partido acá. Sólo nos venció en casa el Barcelona en un partido increíble, aquel partido ante la Juventus… no quiero que me recuerden a mí sino a mis equipos. Vivimos un primer semestre que fue increíble, donde batimos todos los récords. A lo mejor el equipo generó una expectativa difícil de concretar, ilusionó y después no logramos concretarlas, donde nadie las esperaba”, concluía el todavía técnico del Sevilla.
No obstante no sabe cómo lo recibirá la afición en el Sánchez-Pizjuán después de tantos rumores. "La afición va a recibir lo que quiera, pero me recibirá con lo que ha consumido. Las redes sociales son utilizadas para la crítica, desunión y maldad. Generan un condicionante y a lo mejor es que repruebe o pase inadvertido, porque lo importante es el equipo y la gente tiene que estar orgullosa de él. Eso no se puede manchar”, culminaba el argentino.
Bla, bla, bla... Pero no desmiente las noticias. Del equipo estamos orgullosos todos los sevillistas, que sí, es verdad que hay mucha gente envenenando el tema, pero las cosas se resuuelven saliendo en primera línea y diciendo la verdad, "me voy o no me voy", así de sencillo, y no con el cuento de que no va a salir a desmentir lo que no existe.Si es lo que hay en el ambiente, que estoy seguro se marchará, quiero desde estas páginas agradecer a Sampaoli su marcha, entre otras cosas, porque nos va a ser un favor; desde el mismo momento que llegó nunca creí en él, después me entraron las dudas y nunca deseé más equivocarme. Pero al final, salió lo que desde un principio me transmitió, dada su trayectoria: deslealtad, engañoso, ingrato, vendido al mejor postor, irresponsable con su contrato, incapaz de cumplirlos, siempre al son de sus intereses. Sin miramientos con la afición que le ha mostrado su cariño, sin respeto a una entidad de más de cien años, que lo ha puesto en el ranking de salida entre los mejores, como a casi todos los que han pasado por este banquillo, porque no nos equivoquemos que haya ganado con Chile una Copa América es muy poco bagaje para que su currículum esté entre los mejores, una Copa América nada tiene que ver con ninguna de las competiciones europeas, dista mucho el caché. Este señor de poca palabra, al que le hemos puesto en bandeja la publicidad de su persona ante la Europa futbolística, aquella donde todos los mejores jugadores del continente americano juegan, ha antepuesto todas esas oportunidades dadas por el Sevilla FC a la idea de entrenar a la Argentina de Messi, que de seguro si no estuviera Messi no la entrenaría. Parece ser que entrenar al mejor futbolista del mundo es de lo más apetecible para este señor. A causa de esto, a tirado por tierra la ilusión creada en el último tramo de la liga y de Champions. De todas formas creo que es un entrenador segundón, no ha podido desde que llegó superar a ningún “grande”, el Sevilla le dio la posibilidad de escribir su nombre en el currículum de los entrenadores top, dándole la posibilidad de ganar una Supercopa de Europa y otra de España y aún más la posibilidad más que alta de estar en semifinales de la Champions, porque perder ante el Leicester con todos mis respetos es perder con el chicharito FC, le tocó la lotería y como en las dos anteriores no supo aprovecharlo. Qué pena calentar un banquillo con tantas puertas abiertas, con tanto sentimiento para marcharse por la puerta de servicio, quedando como uno más… En el campo solo se merece en su despedida INDIFERENCIA, la misma que ha demostrado. Y por supuesto que pague la cláusula, al contado, que este le cuesta soltar y la AFA son unos “pelaos” quieren presumir sin un duro en los bolsillos.