El plan B de Emery funciona

El Sevilla FC se dio un festín en el partido de Copa del Rey contra el Sabadell. Seis goles que pudieron ser más por los méritos del equipo de Unai Emery. La diferencia de categoría entre ambos equipos fue una losa excesivamente pesada para los catalanes. Dentro de las lecturas positivas del choque, hay una que deja en buen lugar al entrenador y a Monchi. El plantel tiene plan B, y lo que es mejor, funciona. Frente a los arlequinados Unai introdujo 10 cambios respecto al partido del pasado domingo contra el Villarreal, y los Aspas, Reyes, Arribas, o Kolo, respondieron.

Especialmente brillaron dos futbolistas de ataque, Iago Aspas y Reyes. El gallego, que apenas está contando con oportunidades al inicio de liga (según Emery, necesita seguir ganando ritmo y corrigiendo algunos defectos), logró el primer hat-trick de su carrera, y pudo incluso marcar algún gol más. Rápido, participativo, incisivo, y sobre todo, acertado de cara a portería. Recordó a su mejor versión en el Celta, al igual que el día de Rijeka, donde fue el más destacado de su equipo. En dos partidos como titular suma cuatro goles. Si se enchufa, la delantera del Sevilla comenzará a enmudecer a las zagas rivales.
También destacó Reyes, cuyo tramo de temporada estaba siendo bastante negativo. Apenas ha contado para Emery, y cuando lo ha hecho, le ha devuelto la camiseta con malas actuaciones. Sin embargo, frente al Sabadell se pudo ver la mejor versión del utrerano. La diferencia de nivel con los defensores rivales es evidente, pero precisamente ahí radica lo sorprendente de su rendimiento, pues Reyes habitualmente peca de falta de motivación ante este tipo de rivales, y en esta ocasión ha querido dar un paso al frente y demostrarle a su técnico que sigue teniendo mucho fútbol en sus botas.
Otro futbolista señalado por su buena actuación fue Kolo. Obviamente no es comparable defender a delanteros de Segunda división que a los de Primera, pero el francés necesitaba una pizca de confianza tras su fiasco en Rijeka, y frente al Sabadell la adquirió. Seguro al corte, rápido, y con buena salida de balón. Y como colofón, su primer gol con la camiseta del Sevilla. Su pareja en la zaga, Arribas, volvió a cuajar un aceptable partido, al igual que ya hiciese en Lieja.
Pero la nota más alegre para el sevillismo la protagonizó Cristóforo. El uruguayo volvía tras siete meses apartado de los terrenos de juego por una grave lesión de ligamentos producida contra el Valladolid en marzo de 2014, y ese tiempo de baja apenas se notó. Rindió al nivel de sus compañeros, conformando un buen tándem con Banega. El joven futbolista necesita minutos, y en la primera oportunidad que le brindó Emery, además como titular, recogió el testigo.
Quizás lo único negativo del partido fue que Deulofeu anduvo excesivamente desafortunado en sus acciones, y que Sergio Rico, que tiene planta de gran portero, no estuvo acertado en el gol del Sabadell. Pero todo queda empequeñecido por los seis goles y, sobre todo, por el gran fútbol desplegado por los de Emery. Este Sevilla tiene plan B, e incluso C.