Apisonadora FC
Álvaro Ramírez IIIEl Sevilla FC es una auténtica apisonadora. Nueve victorias, un empate y una derrota en once partidos dan fe de ello. La clasificación matemática para la Liga Europa cuatro jornadas antes del final del campeonato da fe de ello. La goleada ante el Granada, casi a medio gas, da fe de ello. El final mágico de temporada, con la semifinal europea a pocos días, da fe de ello. El conjunto de Emery sigue con su tremebundo ritmo en esta recta final que lo asienta en la quinta plaza y le permite soñar incluso con la cuarta.
El Sevilla, muy seguro en defensa, se bastó con apretar al principio del partido y aprovechar los errores del rival para sentenciar un encuentro en el que además se permitió dosificar, ahorrar minutos e incluso dar descanso a algunos futbolistas importantes, porque Bacca fue suplente y Reyes estaba sancionado. Apenas sufrió el conjunto sevillista, que vio además como el Granada regaló un par de goles. Se sustentó además en un muy buen Marin, que volvió a la titularidad y al brillo, de una u otra forma, participó en casi todos los goles; y también en un activo Gameiro.
El Sevilla, tras una semana de descanso, salió ante el Granada con intensidad, ambición y ganas. Buscó a su rival arriba, presionó e intentó robar pronto para llegar cuanto antes a la portería de inusual Karnezis. Lo logró en los primeros minutos, en los que además acosó a su rival con continuos saques de esquina. Además, Gameiro se entonó pronto, combinó y Marin estuvo muy participativo. Esa actividad del francés, el alemán, unidos a Rakitic y las llegadas de Coke y también de Vitolo convirtieron el ataque nervionense en imprevisible y dinámico, algo que le costó controlar al conjunto de Alcaraz.
Además, el equipo de Emery encontró el gol relativamente pronto, con fortuna además. Una buena jugada entre Marin y Gameiro se convirtió en un tanto en propia puerta de Mainz que aclaró el panorama para el equipo local.
A partir de ahí, eso sí, el Sevilla aflojó, en todos los sentidos. Aflojó la presión, aflojó la intensidad y aflojó el repertorio ofensivo, porque el equipo hispalense se echó atrás, controló el encuentro desde la defensa y el Granada además repelió ese inicio sevillista con algunos intentos con más o menos peligro. Una falta al borde del área que cargó a Carriço con una amarilla y alguna contra, pero muy contadas. Pese a todo, Beto no sufrió en exceso y el Sevilla, aunque de forma poco brillante, logró controlar el encuentro desde atrás.
Su pudieron llegar a la categoría de apuros esas aproximaciones del Granada, fueron los mayores de todo el partido. Porque, pese a lo que se pusiera prever, el equipo de Emery se paseó en la segunda mitad. Quizás ni los sevillistas presuponían tanta calma. Pero de nuevo, en una jugada calcada a la del 1-0, el conjunto nervionense puso tierra de por medio. De nuevo un pase de Marin, de nuevo un desmarque de Gameiro y de nuevo un gol que iba camino de ser en propia meta... pero la veloz carrera de Gameiro lo evitó, y el francés se anotó el tanto para las estadísticas.
Parecía ya el partido acabado con ese 2-0, pero se terminó de cerrar con otros dos goles en las siguientes acciones. De nuevo un pase de Marin originó un nuevo tanto, en este caso contó con Gameiro como asistente y M'Bia como rematador. Pero más allá de ese tanto y la buena ejecución de los actores, lo también loable de esa cambinación fue la movilidad y el escalonamiento de los jugadores. Fue Marin el que acudió desde la mediapunta hasta el centro del campo a recibir, ocupando la posición de M'Bia. Fue Gameiro el que se acostó a la banda derecha, ocupando la posición que en teoría era de Marin, y fueron Rakitic, que entraba a ocupar el espacio que dejó hueco el galo, y M'Bia, que se descolgó después de que Marin viniera recibir, los que llegaron a rematar la asistencia de delantero francés. Había jugadores en todos sitios, claro, pero curiosamente cuando el inquilino dejaba libre su espacio llegaba otro a ocuparlo de forma sincronizada. Una bella orquesta de movimientos que dieron como resultado un gol más trabajado de lo que parece. Buena labor, bien entrenado.
Al tercero le sucedió un cuarto gol con menos vertientes estratégicas, en la que Vitolo hizo su tanto tras un mar de rebotes de la defensa del Granada, aliada del Sevilla este domingo de Resurrección.
El partido estaba ya más que muerto y Emery aprovechó para avivar su banquillo y dar descanso a algunas de sus piezas clave. Se sentaron Gameiro, Rakitic y Vitolo. Poco más hubo hasta el final del encuentro, salvo un rondo alargado del Sevilla y un Granada que parecía dar por sentado un pacto de no agresión, o mayor agresión.
El conjunto hispalense logró otros tres puntos (ocho victorias, una derrota y un empate en diez partidos), asegura matemáticamente su presencia en la Liga Europa la próxima temporada, mete presión al Athletic ante su encuentro en el Camp Nou y prepara de forma inmejorable su semifinal ante el Valencia del jueves en el Sánchez Pizjuán.
