El tremendo mérito del NK Maribor
Por José Miguel Carretero (@carreterojm8) IITiene muchísimo mérito que un país de menos de dos millones y medio de habitantes consiga tener repercusión futbolística internacional a nivel de clubes y que encima su selección nacional se haya clasificado para dos mundiales.
Todo esto es todavía más asombroso y plausible teniendo en cuenta que la Eslovenia actual y su selección de fútbol nacieron hace menos de 30 años tras independizarse de la antigua Yugoslavia.
En la faceta de clubes, el NK Maribor es el mejor y mayor ejemplo de la progresión deportiva de un diminuto país plagado de talento natural para el deporte y que poco a poco va mejorando en la gestión de entidades deportivas.
A pesar de este ejemplo futbolístico digno de mención, la realidad marca que a día de hoy el Maribor es uno de los equipos más débiles que disputan esta ronda de la UEFA Liga Europa, por detrás de él tan sólo metería al Esbjerg danés. El hecho de clasificarse para dieciseisavos de esta copetición ya es algo histórico para los eslovenos. La falta de competitividad en su liga doméstica, la cual comandan sin excesivos problemas y de la que han sido campeones en las últimas tres ediciones (once títulos en total en su historia siendo el club más laureado del país), así como la falta de medios económicos que le obligan a desprenderse de sus mejores hombres, hacen que su competitividad en los torneos interrnacionales se vea muy mermada. Demasiado está haciendo con las posibilidades que tiene su director deportivo, Zlatko Zahovic, el mejor futbolista de la historia del país y ex del Valencia y Benfica, llevando a su equipo a clasificarse por tercer año consecutivo para competición europea (no hay que olvidar que por coeficiente deben disputar varias rondas previas para llegar hasta el verdadero inicio de esta competición).
Pudiendo conservar gran parte del bloque del último año, el equipo púrpura tiene en su mediocampo a la mejor línea del equipo. Filipovic aporta el equilibrio necesario para que jugadores más combinativos y talentosos como Mertelj (sancionado para este partido) y el internacional esloveno Cvijanovic se encarguen de una distribución con criterio. La movilidad y desequilibrio de esta línea la ofrecen el macedonio Ibraimi y el croata Mezga en zona de tres cuartos, desarrollando el peligro ofensivo con dinamismo y algo más de calidad por detrás del delantero. Arriba, como punta nato, su mejor goleador y máximo baluarte ofensivo, el brasileño nacionalizado Tavares, un nómada del fútbol desde muy joven que ha jugado en ligas tan exóticas como la malasia. Un delantero que destaca por su potencia, su capacidad para incomodar a las defensas rivales y su buen remate. Si decidieran actuar con dos delanteros, el bosnio Fajic acompañaría a Tavares, pero el brasileño es mucho más determinante. La parcela más débil del equipo es sin duda su defensa, limitada táctica, física y técnicamente. Como anécdota, su portero Jasmin Handanovic es primo del formidable Samir Handanovic, guardameta del Inter de Milán y uno de los mejores del mundo en su demarcación, y han sido la dupla de porteros de la selección eslovena.
La intención del equipo es plantaer un partido de alta dosis física, solidaridad táctica, intentar hacer valer su interesante banda diestra y aprovechar las desaplicaciones del rival para hacer daño. En esta fase de la competición a doble partido todo es posible y los eslovenos ya han anunciado que no van a apostar por menos que a dar la sorpresa si logran un buen resultado en su feudo. Pero realmente sería eso mismo, una gran sorpresa si consiguen llegar con opciones optimistas al partido de vuelta.
El Sevilla FC visita la preciosa ciudad de Maribor con el único objetivo de cerrar la eliminatoria ya en el partido de ida pues la debilidad del rival lo permite, siendo el conjunto de Nervión su propio y verdadero enemigo a tenor de lo visto en el último mes de campeonato liguero.
