Kondogbia, la cara amable de Doyen, un respiro para Monchi

Aunque la intención original del Sevilla era no desprenderse de Geoffrey Kondogbia a las primeras de cambio, el fuerte interés que algunos grandes clubes están mostrando por el joven mediocentro francés puede convertirle en una importante e inmediata fuente de ingresos.

Unos ingresos que el Sevilla tendría que compartir con Doyen, con quien tiene a medias los derechos económicos del jugador, pero que, en cualquier caso, serían una operación redonda desde un punto de vista financiero. Y es que no hay que olvidar que el club de Nervión no ha desembolsado aún ni un solo euro por el ex del Lens.
Su fichaje, que estuvo a punto de no concretarse debido a las dificultades que la entidad hispalense estaba teniendo para cerrar la operación ante el interés de clubes como el Reading, la Juventus, el Manchester City o el Borussia Dortmund, es un éxito en toda regla. Por un lado, alivia a Monchi, director deportivo, tan criticado últimamente por la disminución del tino en las incorporaciones. Por otro, presenta la cara amable del fondo de inversión con el que el Sevilla ha realizado otras operaciones como las de Babá, Botía o Stevanovic, que no han salido bien por el momento, y que tantos recelos despierta.
Los medios de la capital de España insisten en que el Real Madrid está decidido a ganar la puja que, según As, mantiene con clubes italianos como el Milan y el Inter, dispuestos a poner más dinero sobre la mesa al parecer. Hay una cláusula que obliga al Sevilla a ejecutar la compra del centrocampista si alguna oferta alcanza los seis millones (en su defecto, a atender la oferta) pero la cláusula del jugador es de 20 y José María del Nido está decidido a sacarle la máxima rentabilidad, a la sombra de la buena relación con Doyen. Si es en el campo, el internacional francés ha necesitado poco tiempo para demostrar su capacidad. Si es en los despachos, Kondogbia es sinónimo de dinero, de una inversión espectacular que va a dar réditos.
De hecho, el caso del de Nemours recuerda inevitablemente al de Seydou Keita. El centrocampista senegalés, al igual que Kondogbia, llegó al Sevilla procedente del Lens y el club sólo pudo tenerle un año (2007-08): al siguiente, el Barcelona pagó los 14 millones de su cláusula de rescisión para llevárselo. Si bien, Keita contaba con 27 años cuando fichó por el Sevilla, mientras que Kondogbia tiene tan sólo 20.
Se presenta un verano movido en Nervión. El Sevilla tiene la necesidad de sanear sus cuentas y tiene activos valiosos. No es un plato de buen gusto tener que desprenderse de los mejores futbolistas y, por ende, desmantelar el equipo, pero es sin duda positivo contar con piezas que tengan valor en el mercado para, en casos como éste, poder alimentar las arcas. Kondogbia, hoy codiciado en Europa, ha superado las expectativas en cualquier ámbito.