La segunda línea toma vida con Emery
Cuando se trata del gol, en el Sevilla las miradas se posan sobre Álvaro Negredo. Para bien, cuando el delantero afina su puntería como hizo ante el Celta. Y para mal, cuando al de Vallecas le cuesta encontrar el fondo de la red adversaria.
Es por ello, y especialmente teniendo en cuenta que el conjunto de Nervión juega con un solo punta, que se antoja fundamental que la segunda línea esté acertada en esta función. Lo solicitaba Míchel y lo hace ahora Emery, con quien los números en este sentido han mejorado significativamente.
En concreto, haciendo un recuento pormenorizado, con el técnico madrileño la segunda línea hacía el 37% de los goles del equipo, mientras que este porcentaje ha ascendido hasta el 59% desde la llegada del preparador de Hondarribia.
Con Míchel en el banquillo fueron 13 las dianas de los centrocampistas (mediocentros, extremos y mediapuntas) en 23 partidos entre la Liga y la Copa del Rey: dos de Trochowski (Real Madrid y Barcelona), cuatro de Rakitic (Deportivo, Betis y Español), tres de Medel (Zaragoza, Real Sociedad y Mallorca), dos de Reyes (Betis), uno de Perotti (Español) y uno Manu del Moral (Mallorca).
Con Emery han sido también 13 los tantos, aunque en 11 encuentros, menos de la mitad que su predecesor: uno de Reyes (Getafe), uno de Kondogbia (Granada), cuatro de Medel (Granada, Deportivo y Celta), cuatro de Rakitic (Rayo, Deportivo, Zaragoza y Atlético), dos de Manu (Real Madrid y Zaragoza) y uno de Navas (Atlético).
A esto hay que sumar que, a la par, Álvaro Negredo ha incrementado también su influencia, pues si con Míchel hizo 11 de los 35 goles del Sevilla, con el vasco ha conseguido ocho de los 22 que acumula el conjunto hispalense desde que éste tomó las riendas del plantel (contando ambas competiciones).
Otros datos positivos a tener en cuenta con Emery es que la media de goles del Sevilla con él es de dos tantos por partido, mientras que con Míchel era de 1,3. Además, el equipo únicamente se quedó sin anotar en su debut copero ante el Zaragoza; en los otros diez vio portería (incluidos campos como el Camp Nou, el Santiago Bernabéu y el Vicente Calderón). Con Míchel se quedó sin marcar seis veces.
Más allá de que el acierto goleador, en ocasiones, parece ir por rachas, todos estos datos no son fruto de la casualidad, ya que una de las primeras premisas del guipuzcoano desde su incorporación como entrenador sevillista es que sus hombres de segunda línea estuviesen presentes en el área enemiga, que no fuese solo el balón el que llegase arriba sino que los centrocampistas acompañasen las jugadas para optar a culminarlas con éxito. En la imagen que ilustra este texto se aprecia a la perfección el gran número de medios que espera un remate de Jesús Navas en el duelo frente al Celta de Vigo.
