El Reyes que no llega
José Antonio Reyes llegó al Sevilla en el pasado mercado invernal con la vitola de estrella, aplaudido por los aficionados y merced a un esfuerzo económico del conjunto nervionense, que pagó alrededor de tres millones de euros por él, además de una importante ficha.
El caso es que regresó al Sevilla como ese segundo punta que buscaba Marcelino y en lugar de la primera petición del asturiano, Giovani. Evidentemente, su vuelta ya dejaba entrever algunas sombras, sobre todo por su actitud y su rendimiento en el Atlético de Madrid en los meses anteriores.
El canterano sevillista tuvo algunas actuaciones fulgurantes en principio, sobre todo en el derbi del Betis, pero después ha demostrado que su vuelta, a día de hoy, ha sido un auténtico fiasco.
Ahora Míchel ya asegura que no está para jugar en la banda izquierda, que ahí en ese puesto está limitado, pero en realidad el que parece limitado para todo puesto que se le asigne es el futbolista, que pese a perder varios kilos (hasta seis, según ha llegado a apuntar su entrenador, Míchel).
En la actualidad no solo no es titular, sino que cuando sale como suplente no alcanza el nivel.
Desde su vuelta a Nervión el pasado enero los números son esclarecedores. Ha jugado 23 partidos y apenas ha hecho un gol, jugando a veces como mediapunta o como extremo.
Mucho debe cambiar Reyes para que su regreso no sea un fracaso. Lo bueno, o lo peor, según se mire, es que tiene tiempo por delante. Ni más ni menos que hasta 2016. Algunos comparan su regreso con el de algún que otro canterano del Sevilla.
Segundas partes...
