Impotente, inofensivo (0-2)
Sevilla F.C. | 0 | 2 | FC Barcelona |
FC Barcelona: Víctor Valdés; Daniel Alves, Piqué, Mascherano, Adriano (Puyol, m. 84); Busquets, Iniesta, Xavi (Alexis, m. 82); Cesc (Keita, m. 69), Messi, Pedro.
Si el Sevilla quería tener el balón, el Barcelona dejó claro desde el principio que era suyo. El conjunto azulgrana salió al partido metido, concentrado, sin tomarse licencias, y con esa actitud no tardó en superar al equipo nervionense, que apenas tuvo salida de pelota, que se chocó ante la presión blaugrana y que pronto claudicó ante la superioridad culé y ante los propios errores, múltiples, generales y concretos. Cierto que el Sevilla quiso sacar la pelota jugada, que intentó tenerla ante el Barça, pero no pudo. No tiene jugadores a día de hoy para mantenerla. Kanouté no puede llegar a todos sitios y a los que llega lo hace cansado; Rakitic es inconstante, irregular y errático; Reyes no se enteró del partido; Navas lo intentó siempre pero muy atrás; y Manu no participaba en el juego. Por eso, Xavi, Cesc y Busquets se fueron haciendo poco a poco amos y señores de la medular y fue además el primero de ellos el que concretó toda la superioridad del actual campeón de la Liga con un gol de falta. Un buen tanto en el que no obstante tardó en reaccionar Palop. Ese fue el 0-1, y el 0-2 no tardó en llegar en una maravillosa acción de Messi que dejó en evidencia a Spahic, muy mermado y dubitativo todo el partido, para el que apuró todo lo que pudo y para el que quizás debería haberse reservadi. Una maravillosa acción que dejó KO al Sevilla durante bastantes minutos. Por instantes fue un pelele el equipo de Míchel en manos de su rival, pero al menos tuvo un arranque de orgullo en el tramo final de la primera parte que casi propicia un gol en un despiste de Piqué en el que Manu se estrelló con el larguero.
La segunda parte del encuentro fue realmente decepcionante. Por impotente. Porque el Sevilla, recogiendo el viento de los últimos minutos de la primera parte, salió con esos teóricos ánimos de reacción. Nada de nada. El Barça lo neutralizó fácilmente. Tocando y tocando, jugando y jugando. Quedaron fríos los ánimos locales, quedaron fríos los teóricos peligros sevillistas. Reyes y Rakitic desaparecieron antes de irse del campo, entre pitos por cierto, Navas lo intentó y en los últimos minutos creó peligro. Pero lo cierto es que el Sevilla nunca vio cerca la posibilidad de puntuar y el Barcelona nunca temió por el resultado.
El Sevilla fue plano, impotente e inofensivo, como en muchos partidos, y más aún ante el actual campeón de Europa. El Sevilla no fue nada. Y con nada poco podrá pelear por sus objetivos. Ya están lejos, muy lejos.