Los damnificados de Oporto se juegan la plaza de Escudé
La baja de Julien Escudé para el próximo domingo ante el Barcelona, por acumulación de amonestaciones, obligará a Gregorio Manzano a variar la defensa de los últimos partidos, que además había repercutido en una mejora en el equipo. Teniendo en cuenta que Fazio y Fernando Navarro parecen fijos, y que en el lateral derecho Cáceres y Dabo se jugarán un sitio (con ventaja para el primero), la única vacante es la dejada por el galo como central zurdo.
Los aspirantes a este puesto son Alexis y Sergio Sánchez, y da la casualidad de que ambos salieron mal parados, bastante mal de hecho, del partido de la Liga Europa ante el Oporto, que supuso la eliminación para el Sevilla. Desde aquel encuentro, en el que el malagueño fue expulsado y el catalán fue sustituido "por no estar centrado", según Manzano, ninguno ha vuelto a ser titular en los tres partidos siguientes, ni ante el Atlético de Madrid ni ante el Sporting de Gijón ni ante el Athletic. En el caso de Alexis ni siquiera ha vuelto a disputar un minuto. Sánchez sí que salió ante el Atlético de Madrid y jugó 29 minutos, pero por obligación, ya que Dabo se lesionó. De hecho, su actuación volvió a ser más que discreta.
Pero ante el Barcelona Manzano no tiene muchas opciones. Tampoco sería lógico. Tiene dos centrales para suplir a Escudé, el problema es que ninguno de los dos acaba de convencer al de Bailén y vienen de actuaciones desastrosas.
