La desgracia se ceba con el Sevilla en Bilbao (2-0)
Athletic Club | 2 | 0 | Sevilla FC |
El Sevilla ha perdido con el Athletic de Bilbao en San Mamés a pesar de ser superior y tener más ocasiones. Fazio en propia puerta, e Iraola de penalti, hicieron los tantos.
Pocas veces una propuesta tan primitiva como la del Athletic puede tener tanto premio. Los de Caparrós, limitándose a pegar pelotazos de 50 metros, se han encontrado con dos regalos, tres puntos y el goal average particular ganado ante un rival directo por Europa. El Sevilla, mejor, se ha metido un gol en propia puerta y ha cometido un penalti absurdo. Fazio se ha comido a Llorente, ha hecho un partido espectacular ante el delantero más difícil de marcar del campeonato y, sin embargo, ha tenido la desgracia de meterse un gol en su portería. Para colmo de males, ha visto como Negredo tenía que marcharse al cuarto de hora tras un golpe en la cabeza y ha podido perder a Luis Fabiano para mucho tiempo. La lesión del brasileño en la rodilla tiene mala pinta.
El Sevilla pareció tener bastante con parar al Athletic en la primera media hora. El juego vasco era tan simple como amenazador. Pelotazos arriba desde cualquier parte para intentar que Llorente los bajase o, con un poco de suerte, entradas de Muniaín por la izquierda si le llovía alguna pelota al habilidoso extremo. Afortunadamente estaba Fazio para pelearse con el delantero en igualdad de condiciones físicas. Aun así, Varas tuvo que realizar un par de paradas de mérito al propio Llorente y a Javi Martínez. A partir de la media hora, el Sevilla fue otro. Aparecieron los espacios, Navas entraba en contacto con la pelota y Rakitic le encontraba con facilidad. Casi todos los acercamientos y disparos sevillistas nacieron por la derecha, aunque a decir verdad, ninguno fue demasiado peligroso. El borrón de la primera parte fue la sustitución de Negredo, que al cuarto de hora tuvo que dejar al campo tras un choque cabeza con cabeza con Iraola.
En la segunda parte el Sevilla fue mucho mejor. Tenía la pelota, inclinaba el campo hacia la meta de Iraizoz y no tenía problemas para dominar. De todas formas, fallaba en el último pase, de ahí que no encontrase ocasiones demasiado claras. El Athletic no se enteraba, pero un golpe de fortuna, una tremenda desgracia para el Sevilla, cambiaba el partido. Un centro inocuo de los vascos lo colaba Fazio en su propia portería. Había que remar a contracorriente como otras muchas veces esta temporada. Y el Sevilla las tuvo. Todas en las botas de Kanouté, que no acertaba con la meta rival… hasta que Escudé, en otra jugada sin peligro, no vio llegar a De Marcos por detrás y cometió un penalti que acabó con el partido tras no fallar Iraola.