El efecto Martínez es insuficiente para cambiar la dinámica

"Cambio de entrenador, victoria segura". Ni el dicho se cumplió. El Real Zaragoza cambió de entrenador y el equipo mejoró, pero sigue siendo insuficiente para ganar. A este Real Zaragoza no le salen las cosas y sigue condenado a sufrir. El conjunto de Iván Martínez mejoró, pero en dos jugadas aisladas el Real Oviedo anotó dos goles que, a la postre, le darían la victoria (1-2). El equipo suma ya 10 puntos de 33 posibles y sigue en caída libre en la clasificación.

Se estrenaba Iván Martínez en el banquillo zaragocista y lo hacía con un cambio de sistema. El entrenador zaragocista convertía el 4-4-2 de Rubén Baraja en un 4-4-2 con rombo formado por Eguaras, que volvía al once, Zapater, Ros y Bermejo. Los primeros compases de juego se sucedían multitud de acciones rápidas y la presión alta de ambos equipos hacía que ambas defensas jugasen muy adelantadas. El conjunto aragonés se adueñaba de la posesión en los primeros 15 minutos de juego, aunque el cuadro asturiano no estaba dispuesto a cederlo tan fácilmente.

No habría excesivas ocasiones hasta la media hora de juego, pero al equipo de Iván Martínez se le veía con otra actitud sobre el verde, así como una velocidad de juego muy superior a la de partidos previos. Al cuarto de hora, vería la primera cartulina amarilla del encuentro Javi Ros tras cortar una contra peligrosa del Oviedo. Falta de las necesarias.

Apenas nueve minutos después llegaría el gol zaragocista. Falta muy lejana botada por el especialista Alberto Zapater que colocaba un centro medido al corazón del área y el cual terminaba en el fondo de la red de Femenías, después de que Bolaño se marcase en propia puerta. Guitián lo celebraba eufórico y el resto del equipo le acompañaba conscientes de la importancia de adelantarse en el electrónico.

Tras el gol, los blanquillos se vendrían arriba y continuarían su juego de creación, eso sí, sin demasiado acierto en los metros finales. Por su parte, el Oviedo montaba contraataques muy rápidos que hacían correr hacía atrás a la zaga blanquilla. El partido estaba muy igualado y se estaba midiendo por detalles, tanto es así que el gol del cuadro de Cuco Ziganda llegaría también en una jugada a balón parado, pero esta vez sería desde el saque de esquina.

Corría el último minuto de la primera mitad cuando Tejero ponía un centro al primer palo que remataba a la escuadra izquierda Borja y Ratón salía muy tarde impidiendo salvar el gol. Grave error del guardameta gallego y jarro de agua fría para el equipo de Iván Martínez que había hecho una primera parte muy completa. Se marchaban los futbolistas por túnel de vestuarios cabizbajos.

Acaba mala primera mitad y empezaba peor la segunda

Empezaba de la peor forma la segunda parte para el Real Zaragoza. El Oviedo salía con ganas y en al primera jugada de peligro hacía el 1-2. De nuevo, Tejera ponía una asistencia perfecta para que Blanco Leschuk, en el área pequeña, empujase el balón a placer.  A Iván no le gustaba lo que veía y enseguida metía un cambio de cromos. Entraban James y Francho por Ros y Zapater.

El equipo zaragocista lo intentaba pero con disparos muy tímidos. Lo probaba Francho tras una buena jugada con Narváez, pero su disparo con la pierna izquierda se marchaba muy centrado. También Bermejo con un tiro lejano con su pierna zurda, pero también la recogía Femenias sin ningún problema.

Se producían más cambios en ambos conjuntos. Zanimacchia entraba por el 'Toro' que no había tenido su mejor partido. Y llegaría la jugada que marcaría el último tramo del encuentro. Obeng peinaba un balón para Nahuel y Alejandro Francés metía el balón para cortar el pase que dejaba solo al delantero del Oviedo. Ávalos Barrera, el colegiado del encuentro, no dudaba y le mostraba la roja directa a Alejandro Francés, el Real Zaragoza se quedaba con uno menos.

A partir de aquí, el cuadro blanquillo lo intentaría con más corazón que otra cosa, porque estaba muy lejos del área rival. Así es imposible marcar gol cuando tus delanteros tienen que bajar hasta el centro del campo para recibir el balón. Al equipo le falta mucho en tres cuartos de cancha y no genera lo suficiente para llevarse los partidos. La ausencia de gol es el claro problema de este equipo, que no sabe lo que es ganar desde la jornada 3 ante el Albacete.