Las razones de Víctor Fernández para el bajón del Real Zaragoza

El técnico del Real Zaragoza se enfrentaba por primera vez a las preguntas de los periodistas en la previa de uno de los partidos tras la reanudación de LaLiga SmartBank. El técnico ha querido dar la cara tras la debacle frente al Real Oviedo y con la intención de revertir la situación en su próximo encuentro, ante el Albacete en el Carlos Belmonte.

Ante el micrófono, Víctor Fernández ha tratado de explicar el momento actual que vive el equipo aragonés, cuyo nivel se ha desplomado tras el parón provocado por el coronavirus, que el entrenador ha reconocido que “nos ha perjudicado por muchísimas razones”.

Víctor ha ido desgranando algunas de las que considera las claves del bajo rendimiento actual del Real Zaragoza. El formato de la competición, acelerado en la acumulación de partidos para una plantilla configurada para el largo término y con notables carencias económicas, “nos perjudica jugar cada 72 horas con una plantilla mucho más corta que el resto de los equipos”.

Un factor que se suma o se complementa al de las lesiones, especialmente a aquellas de gravedad, “nos ha perjudicado extraordinariamente que tenemos cinco o seis jugadores con lesiones muy graves”. Dolencias que han llegado además en demarcaciones concretas, “lesiones que han afectado a líneas donde estábamos más escasos de efectivos” o en futbolistas concretos, “lesiones de jugadores importantes antes de arrancar la competición”. Todo ello ha obligado a que “muchos jugadores han tenido que jugar infiltrados partidos”.

"Estos jugadores han pasado en 17 meses de la miseria a luchar hasta el último momento por el ascenso y eso no es casualidad"

Ante estos problemas Víctor Fernández reconoce que “no hemos tenido respuestas a todas estas circunstancias. Ni futbolísticas ni anímicas” y añade, “hemos sufrido varapalos durísimos y el fútbol ha sido muy cruel por el momento con nosotros”. Se suma además que “si un equipo se ha visto afectado por jugar sin su afición, ese es el Real Zaragoza”. Algo que se ha dejado sentir en el vestuario, cuyo sentir compartía el técnico, “los jugadores son conscientes de la inquietud, algunos dicen que es un problema futbolístico, otros que es un problema anímico, de falta de confianza”.

Pese a todos los problemas, Víctor ha querido mandar un mensaje de optimismo, “imposible es aquello que no se intenta y nosotros vamos a seguir intentándolo hasta el último momento” y ha recordado que “estos jugadores han pasado en 17 meses de estar en la más absoluta miseria, en la más absoluta basura, en la mayor deshonra de la historia del Zaragoza, que es tener los dos pies en Segunda b. Han pasado a ser un equipo ambicioso, un equipo ganador que lucha hasta el último momento por el ascenso y eso no es casualidad, es consecuencia de un trabajo”.