Otro ridículo espantoso

El Real Zaragoza tenía que puntuar si o si, para asegurar su presencia en el playoff y para seguir teniendo oportunidades de ascender de forma directa. Pero lejos de eso, hizo todo lo contrario. Volvió a hacer una actuación bochornosa y cayó por 4-1 ante el Albacete, un equipo, prácticamente desahuciado y que no sabía lo que era ganar en su casa desde febrero. El conjunto de Víctor Fernández dice ya, de forma definitiva, adiós al ascenso directo y gracias al empate de Las Palmas en Vallecas, el cuadro blanquillo es, matemáticamente, equipo de playoff. Ya van cinco partidos consecutivos sin ganar 7 puntos de 30 posibles, un bagaje que convierte a los aragoneses en el peor equipo de la categoría.

El Real Zaragoza entraba bien al partido, a diferencia del partido pasado ante el Oviedo, pero poco te dura el buen juego cuando en cada partido regalas un gol al rival. Los primeros diez minutos se vio a un Zaragoza metido en el encuentro y con la intención de dominar el encuentro. El cuadro zaragocista enlazaba buenos pases y el Albacete aguardaba en su campo, pero en el primer fallo de la zaga zaragocista vino el primer gol del equipo albaceteño. Nieto perdía el esférico y su error tenía que cubrirlo Atienza, que cometía un penalti infantil a Álvaro Jiménez. Otro error gravísimo del central cordobés, que inexplicablemente sigue siendo titular. Así es imposible ganar un partido, cuando en cada encuentro cometes errores que te condenan. Maikel Mesa era el encargado de lanzarlo desde los once metros, y el jugador del Albacete no le temblaba el pulso y lo lanzaba a lo panenka, imposible para Cristian, que se vencía hacia su lado derecho.

Otro golpe para los de Víctor, del cual tenían que levantarse. Sin embargo, el equipo parecía que no se iba a rendir y lo seguía intentando. En el minuto 17, Dani Torres se sacaba un buen disparo con su pierna derecha que se marchaba por poco por encima del larguero de Tomeu Nadal. El equipo seguía dominando el esférico, pero en una zona demasiado retrasada, que apenas inquietaba al cuadro de Lucas Alcaraz.

Y para más colmo llegaría el segundo. En un córner a favor del cuadro albaceteño llegaría el 2-0. El balón era rechazado por la zaga blanquilla y Pedro Sanchéz recogía el esférico y su balón lo atajaba Cristian, pero el rechace le caía a los pies a Gorosito y el central argentino marcaba a placer. La zaga pedía fuera de juego del central, pero Carlos Vigaray lo habilitaba. Segunda ocasión clara para los locales y ya vencían 2-0.

El cuadro de Víctor, hundido en lo moral, continuaba remando y en un buen pase en profundidad para Julián Delmás, el lateral era trastabillado por Fran García y el colegiado del encuentro decretaba la pena máxima. Burgui se hacía con el balón y el extremeño, con mucha decisión, mandaba el balón al fondo de la red para hacer el 2-1 y traer la esperanza a la parroquia blanquilla. El gol justo coincidía con la pausa de hidratación y parecía que el equipo tomaba aire.

Pero el fútbol no perdonaba ni una al equipo de Víctor. En el minuto 34, tras un córner a favor de los blanquillos, el Albacete montaba la contra y Dani Ojeda, solo ante Cristian, hacía el 3-1 picándole el balón por encima. Surrealista lo que le está pasando a este Real Zaragoza tras el parón. Cualquier fallo en defensa se convierte en gol para el equipo visitante y así es imposible poder ascender directo. Se retiraban los 22 protagonistas al túnel de vestuarios y Víctor, muy enfadado, movía fichas.

Entraba Clemente y Zapater por Carlos Nieto y Dani Torres. Pero de nada servía. Primera jugada del Albacete en la segunda parte y Dani Ojeda con su pierna izquierda la metía por la escuadra. Otros dos cambios en el cuadro aragonés. Entraba Álex Blanco y Miguel Linares por Luis Suárez y Puado.

En el minuto 70, Burgui forzaba un penalti en la esquina del área. El colegiado del encuentro señalaba, inexplicablemente, tarjeta amarilla para Burgui por tirarse y nadie se lo podía creer. El VAR corregía al árbitro y señalaba la pena máxima. Burgui lanzaba el penalti y Tomeu Nadal adivinaba el lado, en el rechace Miguel Linares mandaba el balón fuera, a un metro de la línea de gol. Tras esta jugada los siguientes 28 minutos fueron totalmente intrascendentes

Gorostegui añadía ocho minutos más en el partido, que sólo servirían de sufrimiento para ambos conjuntos. Con esta nueva derrota el Real Zaragoza ya puede mirar a los playoff y olvidarse rápido de este último tramo horroroso de Liga. Lo mejor es que, sin merecerlo, el equipo no tendrá que luchar en la última jornada por el playoff y podrá centrarse ya de lleno en dicho formato, aunque con este juego el cuadro aragonés no tiene ninguna opción. Debe cambiar, y mucho si quiere aspirar al ascenso.