La afición blanquilla conquistó Santander

El Real Zaragoza sufrió más de la cuenta ante el colista de la categoría. En El Sardinero, ante el Racing, solo pudo sumar un punto tras un duro y difícil partido en el que pocos jugadores blanquillos estuvieron entonados. Pese a ello, se mantienen en ascenso directo y muestran, una vez más, uno de sus argumentos más pesados de cara al ascenso: la afición.

Ya lo anunciaba el club, algo más de 1.200 aficionados del Real Zaragoza, más de un millar de locos valientes, viajaban a Santander para animar a los suyos. Y bien pronto dejaron ver por las calles de la capital cántabra de qué pasta está hecha esta afición.

En la previa, la gran mayoría de aficionados se juntaron para comenzar a entonar los cánticos que posteriormente continuaron ya dentro de El Sardinero. De hecho, en varias ocasiones se oía más a la afición del Real Zaragoza que a la anfitriona.

Idilio entre equipo y afición

La relación que este año mantienen los seguidores blanquillos con sus jugadores es envidiable. Todos reman hacia el mismo sentido y es una de las claras causas de por qué el Real Zaragoza está donde está. La famosa "piña" que se hacen llamar los jugadores está cimentada sobre una afición que no se cansa de animar y de desplazarse estadio a estadio para alentarles.

Con la vuelta de los recibimientos en las previas a los partidos disputados en La Romareda y los masivos desplazamientos, como este ante el Racing, el nexo de unión entre ambas parte se fortalece. Algo que ayuda a que el objetivo esté cada vez más cerca.