El ‘overbooking’ en la media, un bendito problema

El Real Zaragoza vivió en el partido frente al Extremadura la última vuelta de tuerca hasta la fecha. En su debut en el banquillo del equipo aragonés, Víctor Fernández hizo lo prometido durante su presentación, poner sobre el césped un equipo irreconocible respecto a lo mostrado semanas anteriores, con nombres coincidentes pero variando en los matices.

Un equipo, el blanquillo, ahora dirigido por el técnico zaragozano, pero construido a imagen y semejanza del que la pasada campaña terminó en tercera posición en LaLiga 1|2|3 y que, tras muchos experimentos, consiguió encontrar la regularidad a través del uso del rombo en el centro del campo. Cuatro jugadores ocupando la media que obligaban a acumular centrocampistas en la plantilla.

Sin embargo, Idiakez, que apostó en su inicio por mantener el dibujo, se encontró con el problema de las lesiones. Guti y Eguaras llegaron lesionados a la pretemporada, en la que también se lesionó Zapater. No fueron los únicos, a lo largo de la temporada también han tenido que parar Javi Ros, Buff o Igbekeme. En el caso de Alcaraz, la apuesta por el uso de tres centrales y la irrupción de Pep Biel en la media punta. Una posición en la que también ha aparecido Alberto Soro y que pueden ocupar otros como Pombo o Papu.

Todo un quebradero de cabeza para Víctor Fernández, que deberá elegir a los mejores en cada momento sin descuidar el ego de cada jugador. En su primera alineación fueron tres los elegidos: Javi Ros, Guti e Igbekeme. Un trío al que se sumó Zapater, desplazado al lateral derecho. En la vuelta al trabajo, el técnico podrá contar con Benito para el lateral y con Eguaras como pivote. Aún con Buff en la rampa de salida, muchos son los nombres que encajar en el centro del campo del Real Zaragoza, todo un rompecabezas.