Es Noticia
Presos del nerviosismo
  • Mi perfil
  • Salir

Presos del nerviosismo

DMQ
Foto autor
Á. Montaner
James controla el balón de cabeza (Foto: Dani Marzo).
James controla el balón de cabeza (Foto: Dani Marzo).

El Zaragoza es un manojo de nervios. No cabe ninguna duda y el duelo ante el Cádiz en La Romareda ha sido otro gran ejemplo del escenario que vive en estos momentos el conjunto aragonés. Si a todo ello se le suma que la gestión de Lucas Alcaraz fue de suspenso total, el panorama pinta muy negro. Nueva derrota de un Zaragoza que tiene a su peor enemigo en sí mismo.

Lo cierto es que el choque comenzó con un Real Zaragoza bien plantado. Los de Lucas Alcaraz hicieron gala de una presión alta que desde hacía días no se veía sobre el césped. Sin embargo, fue un efecto gaseosa y ese ímpetu apenas duró poco más de diez minutos.

El Cádiz, tras capear el primer temporal, mantuvo el tipo y esperó. No es que crease ocasiones, no es que buscase hacerse con el control del juego. Nada de eso. Simplemente esperó y se defendió. Tapó bien las bandas, sobre todo la derecha, en la que Benito volvió a ser lo único positivo del cuadro blanquillo.

Tímidas ocasiones para un Zaragoza que lo intentó a través de un Marc Gual que volvía a ser titular, pero que se quedó a medio camino, por lo menos en el primer periodo. Dos disparos suyos fueron atajados sin mayores problemas por Cifuentes. Otro de los que lo intentó fue Pombo, pero casi siempre eligió la opción más complicada.

En una de esas llegadas blanquillas llegaría el gol. Pero no del Real Zaragoza. Llegaría el gol del Cádiz. Tras un saque de esquina botado por Pep Biel, nadie acertó a conectar un disparo y el conjunto andaluz anduvo más espabilado para salir a la contra. Con velocidad el equipo amarillo se plantó en el área blanquilla y con la permisividad de una defensa que, por mucho que acumule centrales, sigue siendo extremadamente blanda, vio como Lekic adelantaba a los suyos.

Sensaciones, alguna llegada pero la realidad en el ecuador del primer periodo fue que el Cádiz mandaba. Un equipo, el de Cervera, que con lo justo aguantaría el 0-1 ya hasta el descanso. En lo que quedó de primera parte se pudo corroborar, otra jornada más, que hay jugadores que no están al nivel.

Nieto, algo nervioso, volvió a errar en envíos fáciles. A Aguirre se le notaron las ganas y el ímpetu a la hora de encarar, pero también la falta de competición en el gol que se le anuló al cuadro andaluz. Eguaras estuvo desbordado en el centro del campo y, además de seguir sin tino en pases fáciles, tampoco estuvo sólido a la hora de frenar los avances cadistas. En definitiva, un Real Zaragoza que, de nuevo estuvo desbordado y que afrontaba una segunda mitad con dudas.

Suspenso en gestión

Por suerte esta vez Lucas Alcaraz movió el banquillo más rápido que en el Alcorcón y al poco de iniciarse la segunda mitad, Álvaro Vázquez entró en el campo por James (pitada del público mediante) y volvía a juntar una semana más a los tres jugadores de más presencia ofensiva del Real Zaragoza. Una sustitución que, si bien era necesaria para poner más pólvora arriba, fue por un James que había estado bastante correcto.

Con la primera permuta, el Real Zaragoza intentó dar un pasito hacia delante. Vázquez cazó algún balón en sus primeros minutos sobre el verde, pero el mal endémico de este Zaragoza, además de en sus nervios, reside en no saber finalizar ninguna jugada. Tanta es la insistencia con el último caso que al final, las ocasiones no llegan.

El Cádiz se parapetó atrás y con un Jairo muy activo, buscó las cosquillas a una defensa falta de tensión competitiva, por mucho que la compongan tres centrales. Un partido más, la espalda en balones peligrosos quedó absolutamente en cueros con envíos entre líneas y al espacio.

Ocasiones para el Zaragoza, más bien pocas. Los errores propios pesaron demasiado y el centro del campo pareció descomponerse un poco con la salida de James. Para volverlo a pegar, Alcaraz apostó por la entrada de un Guti que fue lo más positivo de un partido horroroso. Antes de la entrada del canterano, Eguaras falló un número infinito de pases fáciles y demostró que está pidiendo a gritos banquillo ya que no está al nivel.

La ocasión más clara del partido la tuvo en el descuento Álvaro Vázquez, pero cuando las cosas no salen, el balón no entra... Cifuentes con los pies frenó un buen disparo. Antes de eso, Pep Biel también lo intentó de falta, pero también sin fortuna. Con el pitido final, La Romareda fue un clamor con gritos de "fuera fuera" y los pañuelos en la grada. No les falta razón. El lío se hace un poco más gordo y el cuadro blanquillo puede acabar la jornada en puestos de descenso dependiendo de los resultados que se den. Agárrense los machos.

0 comentarios
Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta

Información básica de Protección de Datos:
Responsable de los datos: El Desmarque Portal Deportivo, S.L.
Finalidad: con la que se tratan sus datos personales: gestión de comentarios en el blog.
Derechos que le asisten: podrá acceder, rectificar y suprimir los datos, así como revocar la autorización para el tratamiento de los datos, ejercitar los derechos de limitación, portabilidad, y a no ser objeto de decisiones automatizadas dirigiéndose por escrito a la dirección: legal@eldesmarque.com.
Información adicional: puede consultar la información detallada en el siguiente enlace: https://www.eldesmarque.com/politica-de-privacidad (apartado “Gestión de comentarios en foros y blogs”).

Cancelar

Cargando

Has preferido rechazar las cookies, regístrate para acceder al contenido

El registro permite navegar rechazando el aviso de cookies, pero no implica dejar de recibir publicidad ni acceso a contenido o ventajas exclusivas. Si ya estás registrado, haz click aquí para acceder.

Recuerda que tienes la opción de aceptar las cookies para acceder al contenido sin registrarte