Reacción o hundimiento

Al Real Zaragoza sólo le queda ganar. No cabe otro resultado. El estreno de Lucas Alcaraz en La Romareda y ante su equipo de cuna, el Granada, debe saldarse con un triunfo. El proyecto blanquillo no resiste más esta mala dinámica de resultados con siete partidos sin conocer la victoria. La esperanza del ascenso obliga a vencer. Pero ya no sólo es eso. Si no se suman los tres puntos se podría caer a puestos de descenso.

El equipo no funciona. El rombo que impone la dirección deportiva no es eficaz. Las sensaciones emitidas son malas. Todo esto acabó con los huesos de Imanol Idiakez en la calle y en el debut de Alcaraz en el banquillo zaragocista el pasado domingo en el Martínez Valero no se atisbó reacción. Este Zaragoza ni defiende ni ataca y ni mucho menos se impone en el centro del campo. Todo eso hay que cambiarlo y la mejor medicina es ganarle esta noche al segundo clasificado.

El técnico se encontrara con una Romareda exigente y cansada de aguantar. No es espera una revolución en el once. Sin embargo, algo hay que cambiar. Por eso no es descartable la vuelta de Ros al centro del campo y que pruebe con Muñoz en el eje de la zaga. Serán matices porque el dibujo será el mismo o mucho nos sorprenderá a todos.

La principal novedad estará en ataque. Marc Gual se ha recuperado de su lesión muscular y formará parte del equipo inicial. El catalán será el delantero referencia relevando a un Pombo que ha jugado ahí por mera necesidad y que volverá a la mediapunta. Habrá que ver si Alcaraz mantiene arriba a Aguirre, pero tiene todas las papeletas.

Enfrente estará un Granada que ha empezado muy fuerte. Pero eso al Real Zaragoza le tiene que dar igual. Ganar sí o sí. Esa es la única misión del equipo ante su afición.