Borja tumba al Córdoba con dos cañonazos

El Real Zaragoza se presentaba en El Arcángel con tres novedades en el once -Verdasca, Febas y Toquero- y con un planteamiento más reconocible con respecto a lo visto hasta el momento (4-2-3-1).  Natxo tiene una base, pero luego rota y los cambios le salieron bien porque se vio a un equipo vivo. El partido comenzó siendo un toma y daca constante, toda una declaración de intenciones de dos equipos que quieren mostrar su jerarquía en esta categoría.

 
Los primeros escarceos fueron del conjunto andaluz. Javi Lara entraba como un puñal por la banda y creaba varios problemas a la zaga zaragocista a balón parado. Era un comienzo fuerte de los locales para ir marcando territorio. Pero el equipo de Natxo no se dejó amilanar y, poco a poco, fue recuperando el control del juego.
El camino quedo marcado la pasada jornada. La referencia es Borja Iglesias y los caminos hasta llegar a él diversos y variados. El ariete gallego probó a Stefanovic en los primeros minutos. La balanza se inclinó hacia la portería cordobesa, aunque había que vigilar sus contras, que ya habían demostrado que eran peligrosas.
Se estaba gustando el Zaragoza en el campo rival. Combinaba bien y creaba su fútbol con la movilidad de Buff y Febas y con las incorporaciones por banda de los laterales. En una de esas, Ángel encontró a Borja, éste recibió de espaldas en la frontal, pero lejos de devolver la pared, pegó un latigazo que supuso el primer gol del partido.
Pero poco duró la alegría en el equipo aragonés. Con el marcador a favor, la fiabilidad defensiva era la siguiente asignatura a evaluar. Natxo no se fía ni de Verdasca ni de Valentín, pero en esta ocasión apostó por el portugués. Jona se aprovechó de la bisoñez de ambos centrales y -ayudándose claramente con la mano en el control- hizo el tanto del empate. El árbitro, muy poco acertado en general, no vio nada y dio el tanto a pesar de las protestas de Zapater, que le costaron una amarilla. Ros la había visto en el minuto 4, por lo que la medular estaba tocada.
El gol en contra hizo pupa. El Zaragoza ya no se rehizo y apenas tuvo oportunidades claras de inquietar a Stefanovic. Sin embargo, el Córdoba tuvo la mejor ocasión del choque que abortó Ratón con un paradón y que Jona estrelló en el larguero ese rechace.
El encuentro se reanudó sin dueño tras el paso por los vestuarios. Los dos equipos peleaban el control del balón y la alternancia era coherente con lo que se veía sobre el terreno de juego. En los primeros minutos sólo cabe destacar como acción peligrosa un disparo muy lejano de Edu Ramos, que atrapó con dificultades Ratón.
Buff entró algo más en juego y eso siempre es sinónimo de acción en la zona ofensiva. El suizo trató de combinar con Borja y en un lujo de vaselina estuvo a punto de encontrar al delantero.
Sin duda, Borja era el mejor del Real Zaragoza. El gallego necesita poco para aparecer. Cualquier balón que llegue por su zona lo pelea y en un alto porcentaje los hace buenos. En uno de esos, recibió de nuevo en la frontal y soltó el segundo cañonazo de la noche para hacer el 1-2.
La tuvo Jovanovic tras recibir una gran asistencia de Javi Lara, pero su intento de vaselina se marchó fuera. Su compatriota Markovic tuvo el 2-2, pero se encontró con un gran Ratón, que tuvo una gran tarde. Natxo sólo hizo un cambio táctico, el de Alain por Buff, arriesgó con Ros y Zapater y el capitán vio la tarjeta roja en el 88. El Zaragoza supo sufrir y se llevó la primera victoria del curso.