Juventud y contundencia para el eje defensivo
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El Real Zaragoza, con poco menos de un mes y medio por delante para el cierre del mercado, sigue trabajando en la confección de un nuevo plantel que permita hacer olvidar a la afición el fracaso vivido durante el último año. Por ello, Lalo Arantegui, director deportivo blanquillo, sigue incorporando nombres que aporten, granito a granito, la ilusión necesaria para volver a pelear por cotas más altas. El último en llegar ha sido Diogo Verdasca.
El central portugués de 20 años (26/10/1996) procede del Oporto B, lugar en el que se había convertido en una de las mayores promesas de do Dragão, tal y como le hizo saber el club el pasado curso con una renovación por tres temporadas y una cláusula de 20 millones de euros. Con 65 partidos a sus espaldas como jugador profesional en su anterior club (51 en la Segunda División portuguesa y 14 en la UEFA Youth League), ahora llega su salto a España, un reto que, tal y como él mismo afirma, no le da miedo. Cualidades posee para triunfar.
Internacional en las categorías inferiores de su país, el defensa destaca por su corpulencia (1.85) y su capacidad en la anticipación, algo que, unido a su buen manejo de ambas piernas, le convierten en un notable hombre para el eje central. Convertido en un auténtico líder en el filial de los dragones a pesar de su juventud, se acostumbró pronto a estar ante los focos. Con apenas 15 años debutaría bajo la batuta de Hélio Sousa -su defensor en la Selección- con la sub 17 portuguesa, en la que jugó nueve encuentros antes de dar el salto a la sub 18. Su único gol con la burdeos de la selección llegaría en la sub 20 en un amistoso ante Guinea.
Contundencia, envergadura, anticipación, altura y juventud, mucha juventud, para la defensa blanquilla. Su suerte será la de todos los aficionados de la Romareda.