Remontada 'after-hours'

El próximo sábado la UD Almería vuelve a La Romareda. El equipo, dirigido por el exzaragocista Fernando Soriano, llega al partido en una situación complicada, acostumbrado ya a vivir en la parte baja de la clasificación de la que apenas pudo salir la pasada campaña. Una situación que contrasta notablemente con la de su última visita a la capital aragonesa.

Era entonces final del mes de agosto de 2015. El Almería visitaba el coliseo zaragozano en la segunda jornada de liga como el más firme candidato al ascenso después de haber descendido de Primera apenas unos meses antes. Por si fuera poco, se había llevado el primer partido de la temporada en una exhibición ofensiva, 3-2 ante el que luego sería uno de los equipos que lograra el ascenso, el Leganés. En el Real Zaragoza, Ranko Popovic comenzaba por primera vez la temporada en el banquillo aragonés con la intención de conseguir lo que se había quedado apenas a siete minutos la temporada anterior, el ascenso.
Aquel fue un encuentro de horario extraño. Se dio comienzo a las 22:30, por lo que el final fue más allá de la media noche. Sobrepasada la media hora llegó el primer gol, el polaco Wilk conseguía anotar el 1-0 que en tan solo dos minutos sería igualado por Morcillo. El Almería se ponía por delante ya en la segunda parte por mediación de Quique en el minuto 56 tras una contra perfecta. El Real Zaragoza se volcaba sobre la portería de Casto para lograr el 2-2 en el 66 gracias a un gol de Ángel y ya no desistiría de cercar al equipo andaluz hasta el final. Pese a que se sucedían las oportunidades hubo que esperar hasta el minuto 89 en el que Leandro Cabrera desató la locura en La Romareda. El uruguayo cabeceó un córner al fondo de las mallas y puso el 3-2 definitivo en el marcador.
Después de aquello y tras ganar a Osasuna, el Almería, que partía como favorito cayó en picado encadenando quince encuentros sin conocer la victoria y acabando la temporada luchando por evitar el descenso. El Real Zaragoza comenzó bien pero fue bajando su rendimiento, lo que se llevó a Popovic por delante y cristalizó en el desastre de Palamós.