El Real Zaragoza contará con un presupuesto similar a Alavés y Leganés

El equipo aragonés, que contó durante la presente temporada con el segundo presupuesto más alto de la categoría, contará el año que viene con un presupuesto similar al de los dos equipos que alcanzaron el ascenso directo.

Está claro que en el fútbol las matemáticas sirve para poco más que para sumar los goles que suben al marcador, pues las ciencias exactas no suelen estar presentes en el ejercicio deportivo. Esto es algo que se traduce, por ejemplo, en uno de los ratios que debería servir para predecir el rendimiento de los equipos, pues a mayor presupuesto, mayor debería ser el rendimiento.
Pero nada más lejos de la realidad. Si miramos los presupuestos de los clubes de la Liga Adelante durante la temporada 2015-16, vemos que el primero, el Almería, que se situaba cerca de los 10 millones de euros, ha estado luchando hasta el último día por evitar el descenso. El segundo en esa tabla el Real Zaragoza (casi 7 millones), tampoco ha rendido de acuerdo a su presupuesto, quedando incluso fuera de los puestos que dan acceso a la promoción por el ascenso.
De hecho, los equipos que han luchado por el ascenso, se sitúan en la zona media y baja de la clasificación de los presupuestos. Similares eran los de Alavés y Leganés, en ambos casos con algo más de 4,5 millones de euros, ocupando el 7º y 8º puesto en el ranking respectivamente; suficiente para lograr el ascenso directo sobre el césped. Más llamativo es incluso el caso de alguno de los equipos que lucha por el ascenso a través de la promoción. Córdoba y Osasuna se situaban a mitad de tabla con algo menos de los 4,5 millones de euros, para ser 9º y 10º. Sin embargo, los dos equipos catalanes, Nàstic y Girona, han sido los que mejor han rentabilizado sus presupuestos. En los dos casos, partiendo por debajo de los 4 millones -en el caso del Nàstic, poco más de 3 millones-, lo que situaba a los gerundenses como 18º y a los tarraconenses como 20º, algo que no fue impedimento para alcanzar el playoff y en el caso del Girona, para luchar todavía por un puesto en Primera.
Será ahora el turno de Juliá, para ver si es capaz, como ya lo han hecho otros antes, de ensamblar un equipo que alcance el el ascenso a Primera División, pese a contar con una seria limitación salarial.