Primera victoria de Carreras ante un rival muy débil

Victoria del Real Zaragoza ante un colista que ofreció muchas facilidades. Lluis Carreras sumaba su primer triunfo como entrenador del equipo aragonés en un partido en el que los suyos merecieron irse con una mayor renta en el marcador.

 Desde el inicio del encuentro, el Real Zaragoza quiso mostrar sus credenciales de equipo con ganas de tener el control del juego y la posesión del balón. Aún así, costó mucho que toda esa teoría se tradujera en buen fútbol y sobre todo en lo que reclamaba Carreras durante toda la semana: ocasiones de gol.  Sin embargo, y cuando la parroquia local comenzaba a impacientarse, se pusieron el mono de trabajo Pedro, Hinestroza y Ortuño y el Real Zaragoza comenzaba a asomarse por el área del Llagostera. Fruto de esa superioridad individual y del empeño colectivo llegaron las mejores acciones ofensivas del cuadro aragonés. También hay que decir que la zaga catalana no tenía su día y cada vez que se llegaba con algo de criterio era una acción de peligro. La mejor jugada de la primera mitad la protagonizó Ortuño en un slalom arrancando desde la banda derecha y posterior asistencia a Pedro que remató demasiado centrado. Los mismos protagonistas acertaron en la siguiente ocasión en la que conectaron. Otra buena acción del delantero murciano que, en esta ocasión centró para Pedro para que éste rematara de cabeza el único gol de la tarde. Así se alcanzó el descanso, con mucha tranquilidad en los dominios de Bono durante todo este tiempo y con algún que otro escarceo sin más consecuencias por el área del Llagostera. El Zaragoza fue muy superior a su rival y solo con la calidad individual de sus atacantes llegaba con claridad a la portería del Llagostera
SEGUNDA PARTE DE OCASIONES En la segunda mitad más de lo mismo pero con unas ocasiones mucho más claras por parte de los atacantes del Real Zaragoza. Pedro siguió siendo el más activo bien respaldado por Hinestroza y Ortuño y en alguna otra ocasión Diamanka. Cuando salió el canterano Ortí también se sumó a la fiesta. Pero las ocasiones eran igual de clamorosas que groseros los errores y eso hacía que el colista tuviera vida. De hecho, aún pudo asustar a Bono en un tiro lejano, pero el tema se quedó en nada. Así las cosas, el Real Zaragoza suma una victoria necesaria y obligatoria en sus aspiraciones de ascenso. El rival tampoco permite medir la mejoría del equipo ni la mano de Lluis Carreras, pero al menos el objetivo se ve más cerca. Mucho trabajo por delante y espera ansiosa de los refuerzos en los próximos días.