Raúl Carnero, un cambio de apellido y el amor por su abuelo
Raúl García Carnero es el primer fichaje del Real Valladolid en este mercado invernal. Se trata, según sus propias palabras, de "un perfil humilde y trabajador" que sabe "lo que cuesta llegar a Primera". Por ello, lo intenta "todo" en el terreno de juego. La presentación futbolística del nuevo lateral izquierdo del Pucela la hace el propio jugador aunque, antes, hay muchos matices que definen cómo y por qué el nuevo blanquivioleta es cómo es.
La suya ha sido una lucha constante. Nunca ha cejado en su empeño y ha peleado tanto durante mucho tiempo que, ahora, de blanquivioleta, va a ser dirigido por un entrenador que fue compañero suyo de vestuario cuando debutó en LaLiga Santander.
Cuando el 4 de abril del año 2010, en el ya inexistente Estadio Vicente Calderón, Raúl Carnero, con el '32' a la espalda, sustituyó a Sergio González, era imposible imaginar que, menos de 10 años después, ambos se reencontrarían en un vestuario pero con roles muy diferentes. En aquel momento, el catalán estaba acabando su carrera y Raúl arrancándola.
Una gran unión a su abuelo
Ese día en el que Raúl debutó en la máxima competición, el abrazo posterior con su abuelo fue inolvidable. Pese a la derrota (3-0) del equipo de Miguel Ángel Lotina ante el Club Atlético de Madrid, un joven coruñés cumplía el sueño y, entre otros, se lo dedicaba a su abuelo, uno de los fundadores del club donde empezó a forjar el sueño de dedicarse al fútbol.
Su abuelo, que falleció en el mes de enero del año pasado, fue uno de los creadores del Victoria CF, uno de los clubes de fútbol base más famosos de A Coruña. En él, Raúl dio sus primeros pasos y en sus instalaciones, nieto y abuelo forjaron una relación que les mantuvo siempre unidos.
La afinidad con su abuelo, que le llamaba 'Don Triqui', por el cómic, y la familia materna le hace lucir con orgullo su segundo apellido en la camiseta de juego. La unión con Acacio Carnero, su abuelo, era especial y lo es, igual, con su madre. Tanto es así que el nuevo jugador blanquivioleta aún recuerda cómo fue su primer gol y la dedicatoria que le hizo a su madre.
En unas declaraciones a La Voz de Galicia, el futbolista recuerda aquel tanto a la perfección. "Siempre jugaba de lateral, pero ese día era extremo. El balón iba por la derecha y le llegó al delantero, que me la puso al espacio y, desde fuera del área, yo tiré como si fuera un pase largo y le pasó por encima al portero, que había salido. Fue gol y me acuerdo de ir corriendo hasta junto a mi madre y abrazarla", narra.
Gracias por todo abuelo. Hoy te rendiremos homenaje en una última misa a las 20.30 en los Capuchinos, pero no habrá día que no brinde por ti cada vez que vaya a la Estrella, te quiero ❤️ DEP pic.twitter.com/zfAwpgwABd
— Raul Garcia Carnero (@RaulCarnero) January 8, 2019
En aquel momento no pensaba ser futbolista porque no lo imaginaba. Tampoco lo pensó casi cuando era juvenil. Él quería seguir con sus estudios de INEF, pero tuvo la oportunidad y no lo dudó. Puso todo su esfuerzo en conseguirlo.
La dolorosa lesión de Felipe Luis en el RC Deportivo en enero de 2010 le ofreció la oportunidad del profesionalismo, pero, mucho antes, el sueño de vivir del fútbol ya asomó por su cabeza.
Un sueño tardío... y viajero
Tuvo que luchar, salir de su casa para ir a Melilla, firmar por un equipo filial y viajar por toda España. Desde su primer marcha de su hogar, Raúl ha vivido en Melilla, Almería, Vitoria, Leganés, Girona, Getafe y, ahora, Valladolid.
Tanto viaje demuestra la convicción y el sacrificio de Raúl García, más conocido por Carnero, en conseguir ese sueño de ser profesional del fútbol y jugador de Primera división que siempre apareció tan lejano que no vio real hasta que lo tuvo frente a él.
Desde que vio esa oportunidad, lo buscó con ahínco y, desde hace un año, con la dedicatoria especial a Acacio Carnero, su abuelo y primer gran seguidor. Entre las muchas horas que trabajaba en su taxi, el abuelo de Raúl no faltaba a ninguna cita futbolista de su nieto, el que ahora busca ese primer gol que dedicarle.
