Punto de conformismo

Nuevo empate para el Real Valladolid Promesas, que, ni con 0-0 ni con 1-1 en el marcador, dio la sensación de querer ir a por los tres puntos en su visita al Campo Baltasar Pujales. Tras buscar la victoria desde el primer momento, el Club Rápido de Bouzas terminó aceptando el punto con uno menos sobre el terreno de juego, para sumar su undécima jornada sin perder y seguir en puestos de play off.

 
Como se esperaba, el conjunto gallego era el que comenzaba el duelo proponiendo, aunque sin acercarse demasiado a la meta defendida por Dennis Díaz. La pelota no le duraba nada en su poder al filial y sus inocentes ataques, con protagonismo para Luis Suárez, provocaban contras cada vez más peligrosas en el rival. Diego Diz, tras un espectacular movimiento, tenía el gol en una de ellas, pero no podía llevar el balón a las redes. Deivid Eugenio, poco después, en un cabezazo tras una falta lateral, también rozaba un tanto que cada vez estaba más cerca.
El Promesas, demasiado timorato, empezaba a jugar con fuego y volvía a conceder una ocasión más a balón parado, esta vez en las botas de Cristian Pérez. Solo la falta de puntería local y las continuas interrupciones en el juego salvaban a los de Miguel Rivera, que veían como pasaban los minutos sin que el resultado se moviera, a pesar de la continúa presencia en el área de los gualdinegros.

Acción y reacción

Si los de Borja Jiménez no habían estado atinados dentro del área en la primera mitad, sí lo iban a estar fuera de ella tras el descanso. Un gran movimiento de Álex Aizpuru 'Kaxe', que terminaba disparando a la media vuelta desde 30 metros, se colaba en la portería blanquivioleta. Un golazo que hacía justicia a lo visto hasta entonces.
Al Promesas le entraba toda la prisa que no había tenido previamente. Y, casi a continuación, llevaba el empate al marcador a través de un penalti del mismo Kaxe sobre un omnipresente Mohamed Salisú, tras un centro de Moi Delgado desde la izquierda. Brais Pereiro adivinaba las intenciones de Antonio Domínguez, rechazando el lanzamiento, pero el propio jugador onubense estaba atento en segunda instancia para alojar el esférico en el fondo de las mallas con la colaboración de Antonio Jesús Caballero.
El tanto espoleaba a los visitantes, que aunque tenían serios problemas para sacar la pelota desde atrás, mostraban su mejor cara. Metían la pierna, robaban la pelota e incluso ganaban los balones divididos. Parecían otros. Y se veían con opciones de derrotar al Rápido de Bouzas, algo que nadie había conseguido en las 10 jornadas anteriores. Para colmo de los vigueses, Cristian se autoexpulsaba por seguir protestando justo después de recibir una tarjeta amarilla.
Pero la ambición no duraba mucho a los vallisoletanos, que en el tramo final dominaban sin profundidad alguna. Los de Miguel Rivera decidían pisar el freno y conformarse con el punto, al igual que un equipo local que no lo daba por malo tras quedarse con un hombre menos sobre el terreno de juego. Un empate, el cuarto consecutivo para el filial, que no le saca de pobre a 12 jornadas para la conclusión del campeonato.