#Yosueño el ascenso

Minutos antes de que comenzará el duelo entre el Real Valladolid y el Getafe CF, la Sociedad Deportiva Huesca se imponía (1-0) al Club Deportivo Lugo. Con los tres puntos obtenidos por el equipo de Juan Antonio Anquela, los de Paco Herrera estaban obligados a ganar al equipo madrileño para seguir en la sexta plaza. Los dos puntos perdidos en el duelo de Miranda de Ebro pasaban factura a la hora de afrontar un duelo en el que todos creían pero que exigía una victoria. Con el balón en juego, las creencias quedaban a un lado y sólo valían los resultados. Las finales se ganan y ésta, una "gran final", exigía la victoria de los pucelanos.

 
Con la intención de 'volver' a la zona de promoción tras la victoria oscense, Paco Herrera dejaba atrás las sorpresas y, por cuarto partido consecutivo, el equipo formaba con el mismo once. Desde Isaac Becerra, señalado tras lo sucedido en el Estadio de Anduva, hasta el tridente ofensivo formado por Cristian Espinoza, Raúl de Tomás y Jose Arnáiz, el Real Valladolid votaba por la estabilidad para buscar el antepenúltimo paso de la temporada, aquélla en la que se sueña con llegar a disputar el play off de ascenso.
Ese sueño sigue vivo y ésta más activado que nunca. Todo tras la victoria ante el Getafe CF. A falta de 20 minutos, el Pucela conseguía un tanto determinante para su sueño. Es el gol más importante de la temporada lleva la firma de Alex Pérez. El '24' firmaba la victoria blanquivioleta en el momento que se necesitaba. El #YOCREO propagado durante esta semana se cobraba una victoria importante ante casi 11.000 espectadores vallisoletanos que empujaron en ese remate del central madrileño.

Dos estilos. Cero goles

En esta dura lucha que fue el partido, el Real Valladolid y el Getafe CF llegaban al tiempo de descanso con un empate a cero. Una igualada, con el resultado inicial, que no hacía justicia a la muestra de estilos de unos y de otros ni, por supuesto, al cumplimiento de los objetivos definidos por ambos entrenadores en el planteamiento del partido. Si los pucelanos cumplían muchas de sus ideas de posesión y dominio del balón, los madrileños llegaban a encerrar a los pucelanos en su área gracias al empuje y la elevada presión ejercida. Los de Pepe Bordalás, concentrados e intensos en todas las acciones, mostraban seguridad en un estilo secundario en el que cualquier fallo blanquivioleta sería cobrado con fuerza.
En ese mano a mano en el que se convertían los primeros 45 minutos el Real Valladolid estuvo más cerca del gol. Éste no subió al marcador por apenas unos centímetros, aquéllos que, bien señalizados, hacían estar en fuera de juego a Raúl de Tomás. Un gran centro lateral de Cristian Espinoza era rematado al fondo de la portería de Vicente Guaita por el '47' pero en fuera de juego. Una posición muy justa pero una acción que, bien señalizada, rompía las opciones vallisoletanas de conseguir una ventaja que se había ganado con el avance de la primera parte.
Si el inicio del partido fue azulón, el avance del duelo favorecía a los pucelanos. Todo para terminar en una nueva fase de juego ofensivo y superioridad táctica del equipo madrileño. La igualdad estaba presente en el Nuevo Estadio José Zorrilla pero más por miedo a fallar que por intenciones ofensivas. Por el contrario, la segunda parte sería radicalmente opuesta con grandes oportunidades para ambos equipos.

Opciones para todos

Pasados los primeros 45 minutos de juego y olvidadas las tomas de contacto, tras la reanudación se vería un encuentro muy diferente. Con la intención de los visitantes de llegar al ascenso directo y de los pucelanos de regresar a la sexta plaza que se escaparía con un simple empate, el partido se revolucionó. Así, con objetivos ambiciosos de unos y de otros, Jorge Molina pudo adelantar al Getafe CF a los pocos minutos de la reanudación y Míchel Herrero pudo hacer lo mismo poco después en la otra portería. Con esas dos ocasiones el partido cambiaba pero no sería hasta el minuto 70 cuando se rompería el marcador.

Una falta lateral de Joan Jordán era rechazada por Vicente Guaita pero, en segunda instancia, era remachada por Alex Pérez al fondo de la portería. El corpulento defensa central se estrenaba como goleador con un tanto importantísimo para los intereses pucelanos. El gol acerca el play off y obligaba a que los pucelanos supieran qué hacer en los últimos minutos del partido. Aprendiendo de lo sucedido ante el Club Deportivo Mirandés, el Pucela debía dormir el partido e intentar que no ocurriera nada sobre el terreno de juego. 
No sería tarea fácil. Los pucelanos defendían ante un equipo con jugadores como Stefan Scepovic o Chuli como suplentes. La exigencia para conseguir la victoria sería altísima pero todo ese esfuerzo sabía a gloria tras el pitido final del colegiado alicantino Saúl Ais Reig. Con el final del partido, el Real Valladolid regresaba al sexto puesto que habían perdido con la victoria oscense. Con todo, la victoria sabe a gloria y a falta de dos jornadas el Pucela vuelve a la zona que quería y por la que tanto está luchando y creyendo en las últimas semanas. Tanto es ese esfuerzo que el Valladolid ya no sólo se comienza a creer. Ahora llega el momento de soñar. Soñar con el ascenso a Primera división. ¿Por qué no?