El que se fue a Sevilla...

La debacle contra el Sevilla Atlético (6-2) ha significado mucho para las aspiraciones y el devenir del Real Valladolid de cara al tramo final de temporada. Los de Paco Herrera prácticamente dilapidaron sus opciones de play off tras ser arrollados por el filial. Sin embargo, un jugador por encima del resto ha pagado las consecuencias: Juan Villar. El onubense, desde entonces, no ha vuelto a ser titular y ha comenzado en el banquillo los encuentros ante el Elche CF (2-1) y el CD Numancia (1-1), en detrimento de un Cristian Espinoza muy metido en la dinámica del equipo desde su llegada. El ex del Cádiz CF ha perdido su sitio y tendrá que brillar para recuperarlo, dado el buen hacer de los hombres de arriba durante las últimas semanas.

Ya lo dice el refrán: "El que se fue a Sevilla, perdió su silla". Y algo parecido le ha pasado a Juan Villar. El onubense, desde la durísima derrota (6-2) ante los hispalenses, ha perdido la titularidad y en los dos encuentros sucesivos, Elche y Numancia ha salido desde el banquillo. Además, la afición le ha recibido con pitos, motivados, en gran medida, por la polémica que se suscitó sobre el ex del Cádiz y sus familiares en el Estadio Ramón Sánchez Pizjuán. Sin embargo, no todo se explica por el rendimiento del jugador o el intercambio de opiniones en la grada entre sus allegados y la parroquia vallisoletana.
La llegada de Cristian Espinoza y el gran rendimiento demostrado por Raúl de Tomás durante las últimas semanas, especialmente cuando es acompañado por dos extremos puros, son motivos de peso para Paco Herrera y su decisión de sentar a Juan Villar. El argentino, a pesar de no estar completamente en forma, está metido en la dinámica del equipo y ha aportado siempre que ha estado sobre el césped. Ante tal tesitura, el onubense deberá apretar por recuperar su sitio y terminar la temporada bien.