Javi Porrón evita la victoria del Promesas

El Real Valladolid Promesas y el CD Lealtad firmaron las tablas (0-0) en un partido disputado y bonito al que solamente le faltó la salsa del gol. Los chicos de Rubén Albés llevaron la iniciativa del encuentro, pero no fueron capaces de batir al guardamenta rival, Javi Porrón, que realizó varias intervenciones de mucho mérito. Los visitantes también gozaron de sus ocasiones y Rubén Sánchez estuvo cerca de romper la igualada, pero el balón golpeó en el larguero. Empate justo y buen punto para ambos conjuntos.

Ambos equipos comenzaron el encuentro a un ritmo frenético con ocasiones desde los primeros instantes. Fue Álvaro Muñiz el primero en probar suerte con un disparo seco desde la frontal del área, pero Tanis Marcellán mandó el balón a córner. Tras el saque de esquina, el filial montó una contra perfecta conducida por Santy Samanes, que terminó en el fondo de la red después de que Higinio Marín, en fuera de juego, rematase a placer tras la asistencia de Dani Vega. Sin embargo, el asistente levantó la bandera y anuló el tanto. Primer aviso para Javi Porrón de lo que estaba por llegar en los minutos venideros.

Asedio sin derribo del Promesas

Los chicos de Rubén Albés seguían desatados y buscaban la meta rival con buen juego. Dani Vega, muy incisivo durante todo el partido, no acertaba a controlar un gran balón en largo y muy cerca estaba de batir a Javi Porrón por alto. El equipo asturiano sufría las continuas acometidas de los locales y no era hasta el minuto 8 cuando gozaban de su primera ocasión: una falta en la mismísima línea del área, que a punto estuvo de ser penalti, y que terminó en la barrera tras un fuerte disparo de Robert Martínez. Higinio respondió con un magnífico control y una posterior volea que se marchó ligeramente desviada por el costado derecho del arco. Tras unos primeros minutos de infarto, ambos equipos se dieron una tregua.
Los blanquivioletas comenzaron a presionar la salida de balón del Lealtad, consiguiendo robar varias pelotas peligrosas, pero que no terminaron por concretarse en ocasiones de gol. Los visitantes comenzaron a encontrarse más cómodos sobre el césped de los Campos Anexos y, poco a poco, fueron avanzando metros y generando peligro sobre la meta que defendía Tanis.
Fue Miguel de la Fuente quien disponía de la mejor ocasión del partido. Tras un balón a la espalda de Dani Vega, el juvenil no era capaz de definir en el mano a mano ante un enorme Javi Porrón, que salvaba por segunda ocasión a los suyos. Y no sería la última. Unos minutos después, el portero volvía a hacer una intervención providencial tras un potente libre directo en botas de Samanes, quien, a continuación, volvía a intentarlo tras un buen pase lateral dentro del área, pero el visitante Alberto González bloqueó el remate. Por inverosímil que pareciese, el tiempo de descanso llegó sin goles en el marcador. 

Cualquiera pudo ganar en la segunda mitad

Tras el paso por vestuarios, las tornas se igualaron más y los locales ya no serían capaces de dominar con tanta autoridad ni de generar tantas ocasiones. Cerca estaba David Grande de batir a Tanis, pero aparecía Fernando Calero de manera providencial y, desde ese momento, el canterano se erigía como un auténtico baluarte defensivo. En la parcela ofensiva, era Higinio quien llevaba la batuta, a pesar de trabajar mucho para el equipo, ayudando en la construcción y sacrificándose en tareas defensivas. Un auténtico partidazo alejado de los focos, lejos del protagonismo que ofrece la bola, y en el que a punto estaba de encontrar el premio del gol tras un rechace en el área pequeña que no lograba alcanzar para introducirla en las mallas.
El cansancio ya era patente y ambos técnicos comenzaban a mover el banquillo en busca de un golpe de efecto que desequilibrara la balanza. Los de Roberto Aguirre tuvieron la ocasión más clara del partido, pero Rubén Sánchez mandó un soberbio testarazo al larguero y, tras el rechace, la zaga vallisoletana era capaz de despejar el balón. El partido se rompía y llegaba la polémica cuando un disparo de Samanes dentro del área golepaba en la mano de un defensor que claramente había taponado el tiro del canterano. El colegiado, sin embargo, no señalaba penalti a pesar de encontrarse a pocos metros entre las protestas de la grada y de los jugadores locales.
El esfuerzo empezaba a hacer mella en las piernas de los futbolistas del filial y las imprecisiones se sucedían hasta el pitido que indicaba el final del encuentro. Sin goles, pero con múltiples ocasiones en ambas áreas, el Promesas y el Lealtad firmaban un empate justo y sumaban un buen punto para ambos conjuntos. Los de Rubén Albés suman tres partidos consecutivos sin perder ni encajar goles en contra.