Exigencia de play off

Fue sólo durante dos jornadas pero el Real Valladolid y su entorno estuvieron muy cómodos entre los seis primeros clasificados y con tal objetivo afronta el equipo de Paco Herrera la vigesimotercera jornada de LaLiga 1|2|3. La segunda jornada de la segunda vuelta o, lo que es lo mismo, la visita del Rayo Vallecano al Nuevo Estadio José Zorrilla pone en la obligación de ambiciosos objetivos al conjunto blanquivioleta. El Pucela quiere volver a la zona de promoción y tiene la oportunidad en un exigente duelo ante uno de los conjuntos diseñados para estar en la parte alta pero que no consigue enganchar una buena dinámica que le haga soñar.

 

Un cambio... o ninguno

Para este exigente partido, ante el tercer peor equipo de la categoría fuera de su estadio, el Real Valladolid podría salir con uno o ningún cambio sobre el once que formó en la derrota (1-0) ante el Real Oviedo, tras las palabras de Paco Herrera en la comparecencia de este jueves. Con la duda de saber qué pasará con Jose Arnáiz después de que el pacense cerrara el tema tras las palabras en Asturias, el once pucelano será muy similar al del duelo ante los de Fernando Hierro y, con casi toda seguridad, formará con 10 de los siguientes nombres: Pau Torres; Javi Moyano, Álex Pérez, Alberto Guitián, Luciano Balbi; André Leão, Álex López, Joan Jordán, Míchel Herrero; Jaime Mata y Juan Villar.
La duda del de Talavera de la Reina deja en duda la continuidad de un once titular que convenció por el juego en el Nuevo Estadio Carlos Tartiere pero que regresó decepcionado tras el resultado, como aseguraba Joan Jordán tras aquel partido. Siete días después llega la opción de la revancha ante un Rayo en una delicada situación, pero que de ganar en el Nuevo Estadio José Zorrilla, se colocaría a menos de un encuentro de distancia con los pupilos de Herrera.
Por la pequeña distancia entre ambos en puntos, no tanto en puestos, el encuentro conlleva mucha importancia en un Pucela que, tras la salida de Ibán Salvador, cedido al UCAM Murcia, sumada a la ya conocida de Luismi Sánchez, ha rebajado el número de su plantilla y ve cómo pasan los días sin que se formalice una incorporación. Paco Herrera, despreocupado en ese aspecto pero ambicioso hasta el último día, sólo se centra en el duelo ante el equipo de Rubén Baraja, un entrenador que en nueve partidos no ha conseguido cambiar la cara del equipo rayista como él esperaba y soñaba.

El miedo al ex

El Rayo Vallecano no consigue despertar. Con el vallisoletano en el banquillo no se ha roto la inercia de Jose Ramón Sandoval y ha sumado sólo 10 puntos de 27 posibles. El equipo no es regular y pierde las esperanzas de luchar por el regreso a Primera División. No intimida en el terreno de juego como si lo hace por el nombre, la historia y el peso de su vestuario. En él hay grandes nombres, pero para este sábado hay dos por encima del resto: Javi Guerra y Manucho Gonçalves. Dado que ni Johan Mojica, Patrick Ebert han entrando en la citación vallecana, los delanteros pondrán salsa a un encuentro que, desde las 20.00 horas, dirigirá el colegiado andaluz Juan Manuel López Amaya.
Este árbitro, conocido por expulsar a Miguel Ángel Portugal la pasada temporada en el Estadio Carlos Belmonte, arbitrará al Real Valladolid por segunda vez en la temporada. En la primera el equipo se impuso (1-2) al Gimnàstic de Tarragona, encuentro en el que Jose Arnáiz, protagonista absoluto de la semana, hizo el gol de la victoria. Tres puntos y gol del canterano, los condicionantes con los que sueña Paco Herrera para cerrar el capítulo que se formó con el '29' tras sus palabras en Oviedo, pero que una victoria, como siempre, finiquitaría.