Cúmulo de infortunios

No pudo ser. Pese a ser acreedor de la victoria a lo largo de todo el encuentro, el Real Valladolid Promesas no logró doblegar a la UD Somozas, colista del Grupo I de Segunda División B, que se marchó de los Campos Anexos con un buen botín tras empatar 1-1. Un punto que da por finalizada la racha de cinco derrotas consecutivas que le han hecho destacarse en el fondo de la tabla en el ecuador de la campaña.

 
Los primeros minutos marcaban una tremenda igualdad entre ambos equipos que se rompía con la lesión de Anuar Tuhami, obligado a retirarse a las primeras de cambio por un pinchazo en los isquiotibiales. El filial parecía acusar el contratiempo y veía como los visitantes tenían una gran ocasión para adelantarse en el marcador en las botas de Íñigo Rodríguez. Opción que el delantero desaprovechaba.
El conjunto blanquivioleta intentaba entrar en el choque, algo que los de Antonio José López 'Stili' evitaban estrechando el campo e impidiendo, con excesiva dureza, las características jugadas veloces de su rival. Precisamente en una falta en la frontal, los locales se adelantaban con una perfecta ejecución de Santy Samanes poco después de que David Mayoral marrara a la media vuelta una buena oportunidad.
A pesar del golpe que suponía el 1-0, el Somozas no le perdía la cara al encuentro y encontraba el premio a su constancia con un tanto de cabeza de Íñigo tras un centro medido de Roberto Baleato. El filial se limitaba a enviar balones en largo a Mayoral que propiciaban contras con opción final para un Dani Vega que, en una de ellas, estrellaba el esférico contra el cuerpo de Javier Mandaluniz.

Otra lesión

La segunda mitad iba a empezar como la primera. Los de Rubén Albés sufrían otro contratiempo importante en una carrera de Mayoral que, como su compañero Anuar, tenía que marcharse a vestuarios lesionado. Aunque los coruñeses ponían el miedo en el cuerpo al Pucela con un disparo alto de Javi Rami y una jugada en la que Óscar Arroyo tenía que apagar un fuego creado por Mario Robles por una pérdida de pelota, conforme pasaban los minutos, el Promesas se iba haciendo con el claro dominio del cuero. La entrada de José Luis Sinisterra espoleaba a los suyos. La verticalidad del colombiano ponía en jaque a la defensa que, no obstante, atinaba a salvar el segundo en un mano a mano del delantero, rozando el fuera de juego.
El Real Valladolid B lo intentaba hasta el último suspiro, sobre todo tras la justa expulsión directa de Baleato por una feísima entrada sobre Rai Marchán, pero no había manera. El 1-1 no se movía y el Promesas sumaba su trigésimosegundo punto antes del parón navideño, tras el que volverá a jugar en casa, con césped nuevo, ante otro equipo gallego, el Coruxo FC en lo que será el arranque de la segunda vuelta del campeonato.