Una vida en el descenso

La Unión Deportiva Almería llegará este fin de semana, concretamente este sábado desde las 18.00 horas, al Nuevo Estadio José Zorrilla fuera de la zona que marca el descenso a Segunda División B. Es un dato más que exigido para un equipo que siempre tiene el objetivo de pelear por objetivos ambiciosos pero tras ver que los de Fernando Soriano han vivido 38 de las últimas 57 jornadas en zona de peligro, el estatus con el que llegaran a Valladolid es un éxito de gran relevancia para un conjunto que hace dos temporadas militaba en la élite de fútbol español.

 
Así, el bagaje rojiblanco es muy pobre. Viviendo su mejor posición en la primera y en la tercera jornada de la pasada temporada, cuando fueron sextos clasificados, el club presidido Alfonso García ha sido colista de la categoría hasta en siete jornadas. El 13% de las jornadas de las dos últimas temporadas ha vivido en el último puesto de la clasificación y en más del 66% lo ha vivido en el filo de la navaja. Siempre ha estado cuestionado pero en el momento decisivo, supo salir. En la última jornada de la temporada pasada, y con el quinto entrenador en el banquillo, los almerienses firmaron una salvación que este año también parece ser triste objetivo.
 

¿Nueve entrenadores después?

Sin aprender de los errores del pasado, un proyecto ambicioso que hace poco más de un año se gastó un millón de euros en dos delanteros, vive debilitado y sin la confianza que exige esta dura competición. Pese a todo, actualmente es el inminente perseguidor del Real Valladolid. Es decimosexto clasificado con un punto menos. Pese a haber anotado cuatro goles más que los pucelanos y haber caído en menos partidos, los de Soriano no superan al Real Valladolid en la clasificación. No lo consiguen ahora y no lo hacen desde la cuarta jornada de la pasada temporada.
Una victoria este fin de semana le haría adelantar al equipo de Paco Herrera y conseguir que éste le viera la espalda tras, nada más y nada menos, que 53 partidos. Desde entonces entre los dos banquillos han pasado nueve entrenadores, cinco en el almeriense y cuatro en el blanquivioleta. Una demostración más del mal momento histórico de ambos conjuntos.