"Desde el entrenamiento"

El pasado fin de temporada, cuando ya se adjudicaba la llegada de Paco Herrera al Nuevo Estadio José Zorrilla para ser el nuevo líder pucelano, leí diferentes entrevistas concedidas por el entrenador pacense. Me apetecía saber qué tipo de entrenador firmaba el Real Valladolid y qué preparador firmaba tan convencido Braulio Vázquez. El ex de Real Zaragoza o Unión Deportiva Las Palmas dejaba muchos detalles. Entre ellos, el más claro era que el experimentado entrenador valoraba todo "desde el entrenamiento". El mismo afirmaba que todo se basaba en el trabajo diario y así lo está demostrando en su etapa blanquivioleta.

 
Obviamente, el Real Valladolid actual se parece muy poco o nada al que comenzaba la pretemporada 2016 el pasado 11 de julio. Por nombres, plantilla y fichajes, el equipo ha cambiado mucho desde entonces. Desde el inicio de la temporada, también. El actual Pucela no es el mismo que ganó (1-0) al Real Oviedo en la primera jornada de 'LaLiga 1|2|3' ni aquel que se impuso (1-3) al Real Zaragoza en la primera ronda de la Copa del Rey. El equipo ha evolucionado y lo ha hecho desde todos y cada uno de los entrenamientos, aquellos que se acercarán al centenar cuando el equipo se disponga a disputar el partido de este sábado ante el Elche Club de Fútbol de Alberto Toril.

Avance diario

Si el equipo comenzaba la temporada tras 40 sesiones de pretemporada entre Los Anexos vallisoletanos y la concentración de Melgaço, el avance diario ha sido constante. Tras los primeros 15 partidos de la campaña, el Real Valladolid ha sumado casi 60 sesiones más. Entre la preparación de la competición liguera y la copera el equipo ha ido acumulando entre cuatro y seis sesiones para preparar todos los partidos.
Actualmente, por ejemplo, Paco Herrera ha diseñado cinco entrenamientos para atacar la próxima jornada, aquélla que llevará al Pucela al Martínez Valero este próximo sábado desde las 13.00 horas. Con ellas se rozarán las 100 sesiones que se muestran en el avance y en la confirmación del estilo blanquivioleta. El equipo mejora y lo hace por la intensidad de los entrenamientos. Ver actuaciones diarias de esta temporada y compararlas con las dinámicas de trabajo de la pasada temporada parecen mostrar diferentes deportes.
La intensidad es la base del trabajo en el fútbol. No existió hace unos meses y domingo tras domingo se demostraba. Sin fundamento durante la semana no existe resultado posible en el partido. Es un bucle que hace sólo unos meses devoró al Real Valladolid de Miguel Ángel Portugal, por ejemplo. La dinámica lenta del entrenamiento se transmitió a los partidos. La floja intensidad del juego deparó tristes resultados,  la pérdida de objetivos del equipo y la salida del burgalés, un entrenador de grandes principios y brillantes ideas pero de poca y débil ejecución directa.
Todo aquello vivido la triste temporada pasadao ni se asoma por el día a día del Real Valladolid actual. Éste es un equipo con hambre y ambición diaria. Busca una mejora, la pelea y la encuentra. Nada es similar a hace unos meses, dónde se pudieron realizar más sesiones pero no donde el rendimiento obtenido de ellas fue tal alto como está temporada. 99 sesiones para llegar a Elche y casi 100 sesiones de excelente resultado y trabajo. No de estancia profesional.