Crisis por la mínima

Cuando un equipo está en una crisis de resultados como la que sufre actualmente el Real Valladolid, lo habitual es que la mayoría de los partidos se pierdan de forma clara y sin opciones de puntuar en los últimos minutos. Sin embargo, las cinco derrotas del Pucela han sido fruto de un cúmulo de circunstancias que han dejado al club realmente tocado. Es inexcusable perder cinco partidos de forma consecutiva, pero cierto es que las formas no reflejan a un equipo hundido y sin solución. De ahí que el puesto de Paco Herrera parezca intocable. Al menos, hasta la fecha.

El partido frente a la AD Alcorcón en el Nuevo Estadio José Zorrilla podría aliviar los males del Pucela o agravar la mala dinámica de blanquivioleta. Las esperanzas del cuerpo técnico pasan claramente por lo primero. Tienen motivos para tener fe. Una fe basada en que las derrotas han venido en la mayoría de los casos en extrañas circunstancias. En ellas ha habido errores propios y también arbitrales, pero en todos los partidos el equipo se ha podido ir, como mínimo, con un punto. Y en varias ocasiones lo ha incluso merecido.
CD Tenerife (1-0): el Real Valladolid no realiza un buen partido en el Estadio Heliodoro Rodríguez López pero es perjudicado de forma clara por el arbitraje, perdonando la expulsión a Jorge Sáenz. El gol llega de forma cruel: a la salida de un córner en la última jugada del primer tiempo. Sin embargo, el equipo de Herrera tuvo ocasiones, especialmente en las botas de Ibán Salvador, para al menos empatar el encuentro. Se suma la primera derrota.
UCAM Murcia (0-1): una de las derrotas más dolorosas del equipo de Herrera hasta la fecha. Con todo para ganar y múltiples ocasiones para marcar, una falta señalada erróneamente por el colegiado le da una oportunidad en el tiempo de descuento al UCAM, que consigue el gol y se va con los tres puntos de Zorrilla. Un jarro de agua fría que sufrió la afición y el vestuario, que quedó descolocado tras un partido en el que esperaba la victoria.
CD Lugo (1-0): tras una primera parte desastrosa y un gol de Joselu Moreno tras un penalti innecesario de Luciano Balbi, el Real Valladolid cuaja una segunda parte espectacular en la que es claramente perjudicado por el arbitraje, con un penalti no pitado y algún fuera de juego que podía haber cambiado el partido. Pese a tener múltiples ocasiones y terminar encerrando al Lugo, el Real Valladolid se atasca de cara al gol y sufre su tercera derrota consecutiva.
SD Huesca (1-2): frente a los oscenses aparecen los fantasmas del UCAM. El equipo no se encuentra cómodo pero vuelve a tener ocasiones para llevarse el partido. Consigue adelantarse con un tanto de Raúl de Tomás pero se relaja tras el gol y lo paga caro. El Huesca empata en una jugada de endeblez defensiva con fallo de marcaje incluido y cuando el Real Valladolid todavía tenía tiempo de solucionarlo, Alberto Guitián comete un penalti estúpido que supone la cuarta derrota consecutiva.
Levante UD (3-2): el Pucela sale en el Estadio Ciutat de Valencia, campo del líder, con descaro y buscando la victoria. Se encuentra con un gol de rebote fruto de su atrevimiento, pero nuevamente la ventaja le atrinchera y lo vuelve a pagar caro. El Levante empata por medio de Roger Martí en un centro lateral muy similar al de la igualada del Huesca. Centro desde la izquierda (defensa derecha del Real Valladolid) y remate fácil del rival. El segundo llega de forma imperdonable, tras un saque de banda que nadie defiende y aprovecha Jason. El tercero, también evitable y fruto de la desesperación, viene de un penalti cometido por Igor Lichnovsky. El gol de Ibán Salvador volvió a dejar a las puertas del empate al equipo de Paco Herrera, que enlazó su quinta derrota consecutiva perdiendo por tan solo un gol.