La obligación de cerrar esta pesadilla

La temporada del Real Valladolid es una pesadilla. Un mal sueño que no termina. Pudo cerrarse en Tenerife pero ni se rozó la opción. El equipo de Alberto López volvió a mostrar su peor versión y la victoria ante el Albacete Balompié quedaba como un simple recuerdo. En el Heliodoro Rodríguez López se enterró la primera opción de conseguir la salvación matemática en la categoría. Ante el Girona FC de Pablo Machín llega una nueva oportunidad y ésta debe ser la definitiva. El Real Valladolid no puede alargar más esta triste vida.

 

Empezar de cero

Pese a que aún quedarían dos jornadas más para cerrar este tormento de campaña, la necesidad de no volver a los miedos de Segunda División B por un equipo muy tocado y sin alma ni personalidad, una victoria ante el Girona resulta trascendental. Cerrar esas penurias y comenzar a vislumbrar el futuro con seguridad sobre las bases que se encontraría el equipo es vital. Este Pucela debe comenzar de cero, el entorno debe vislumbrar nuevos horizontes y los despachos pucelanos deben comenzar a trabajar sobre una nueva base.
Todos deben asegurar el futuro y éste pasa por la victoria ante el equipo de Pablo Machín, un conjunto que solo ha perdido tres encuentros de los últimos 21. La pelea no será nada fácil pero la obligación es tal que no se debe mirar al rival sino al Real Valladolid.
En el fútbol existen dos opciones. Las obligaciones y los objetivos. El Pucela tenía el objetivo de ascender a Primera División. Sobre el papel era uno e los favoritos. Con el paso de las primeras jornadas y el primer cambio de entrenador, tal objetivo cambió. Llegar al play-off era la ambición blanquivioleta. Las ilusiones eran y han sido unas. La obligación, siempre ha sido la misma. El Real Valladolid no puede perder la categoría. Mantener la esencia del club, aquélla que se perdería en la categoría de bronce es crucial para un conjunto que no ha defendido el escudo laureado del Pucela como merece la institución pero que, actualmente, tiene la lleva del futuro.

Desasosiego

Desde el club se tiene miedo. Los jugadores que han llevado al equipo a esta situación son los que tienen en la mano que no vaya a más. Deben y pueden frenar la caída. El club lo sabe y por ello ha pedido ayuda a la afición. Quiere ver al estadio unido. La dinámica del equipo, el día del partido y el horario de éste debilitan las opciones de un buen ambiente. La imagen del estadio no será la mejor pero éste debe ser la base para firmar la salvación de la categoría y, posiblemente, de la institución.
Aquéllos que tienen la llave son aquéllos que han provocado esta situación y esta pesadilla. Son los que tienen en su mano salvar la institución, terminar este mal sueño y conseguir que el Real Valladolid tenga un futuro digno a corto plazo. Son varios los objetivos que tiene el equipo en el duelo ante el Girona. Muchos. Demasiados y suficientes como para que todo lo vivido quede en un segundo plano. El duelo ante el Girona es una "final", un partido crucial por el futuro y para poner fin a esta temporada.