Lo que pudo ser y no será

El Real Valladolid afronta la Jornada 37 de la Liga Adelante como aquel que con desgana se va a trabajar con la maleta hecha antes de irse de vacaciones. Sabe que tiene que cumplir pero su rendimiento deja mucho que desear y apenas resulta productivo. La temporada blanquivioleta agoniza. Todos queremos ganar cuanto antes un partido y quedar tranquilos, pero no hay nada peor que la indiferencia en la que quedará el Pucela hasta la última jornada. El resto pelearán por el ascenso directo, por el play-off... y el Real Valladolid se limitará a ser juez de todas esas batallas. ¡Para lo que hemos quedado!.

 
Suena hasta utópico que el equipo de Alberto López pueda ganar en Mendizorroza al segundo clasificado. A un equipo con 13 puntos más tras 36 jornadas disputadas. Sin embargo, los datos como local del Deportivo Alavés son tan pobres, y el Real Valladolid es tan imprevisible, que todo puede pasar. Casi lo mejor es no esperar nada y asumir otra nueva debacle para después llevarse una alegría si al equipo le sale un partido como el que hizo en el Tartiere. No salen muchos más ejemplos.

Anuar, fuera

Ésta ha sido la semana de Anuar Tuhami. Que si hizo un buen partido, que si hay que renovarle, que si el club no está dispuesto a que solo juegue con el primer equipo. Alberto ha cortado por lo sano el debate dejando al ceutí fuera de la convocatoria. Ni en la lista pese a sus notables minutos frente al Lugo. En el paquete de descartes también están Manu del Moral y Vincenzo Rennella, lo cual ha provocado un terremoto sabatino tras el último entrenamiento, con todos los jugadores a disposición del entrenador. El nuevo técnico es más de mineros que de ingenieros y así lo demuestra la citación. Va a Mendizorroza a la guerra y prefiere guerrilleros a talentosos. El planteamiento no será de toque ni sutil. Hay que salir a morder y a darle a Bordalás de su propia medicina. Un Bordalás con el que Alberto la tuvo picuda la pasada temporada. El destino le ha respondido con el alicantino en Vitoria y en ascenso directo.

Un escudo que respetar

El partido, se mire por donde se mire, es descafeinado para el Pucela. Hace poco más de un mes se presagiaba un duelo a cara de perro en el que el Real Valladolid se jugase tanto el ascenso como ahora se lo juega el Alavés. La racha ha sido tan patética que hablar de Primera División en Valladolid es como hablar de gamusinos. Eso sí, en cada jornada de las seis que quedan hasta el final habrá en juego dignidad y abonados. Abonados que dudan si estar en la 2016/2017 y para los cuales estos partidos se aventuran decisivos. El escudo del Real Valladolid no se regala por los campos de España. Y tampoco se debe hacer en Vitoria.

Cambios en el once

La ausencia de Rennella asegura cambios en el once titular de Alberto. El francoitaliano se queda en Valladolid y, meses después, regresa a una convocatoria Óscar González, aunque hay más alternativas que la vuelta del salmantino. Rodri Ríos, que cumple con el perfil de juego que pretende el irundarra, puede ser una opción. Con su gusto por Guzmán, que tampoco descarte nadie ver a Juan Villar en punta. Todo puede pasar en estas últimas seis jornadas. El resto de posiciones también están abiertas con el regreso de Borja y Leão y las diferentes pruebas en el centro de la defensa, aunque Moyano parece que seguirá en el lateral derecho.
El Alavés no podrá contar con Pelegrín, que será sustituido por Aritz Borda. Alberola Rojas será el árbitro del encuentro.