Más de lo mismo

Las aguas bajaban muy turbias por el estadio José Zorrilla y más lo van a hacer desde el partido con el Real Zaragoza. La derrota ante el equipo maño entierra las pocas opciones del equipo blanquivioleta de soñar. Pudiendo dar por cerrada en las próximas horas la etapa de Miguel Ángel Portugal en el estadio José Zorrilla, el equipo vallisoletano no tuvo fuerza ni personalidad para ganar un partido en el que no podía fallar y en el que estuvo impreciso y nervioso. Con tal lastre, el sueño se despide definitivamente.

 
Tras empezar perdiendo el partido muy pronto y mostrar un buen juego en la primera parte pero falta de claridad en los últimos metros, el Real Valladolid pagaba las ocasiones marradas con la segunda derrota consecutiva y con la peor racha de toda la temporada. La poca confianza del Pucela en su juego y la nula fuerza mental antes los golpes, mataba a un Real Valladolid con un juego mucho mejor que ante el Leganés pero con un global muy mejorable para competir por los objetivos que Miguel Ángel Portugal se sigue marcando, pese a que la realidad pucelana sea otra bien distinta.
El Pucela 2015/2016 ha fallecido ante el Real Zaragoza en la cuarta semana sin sumar y sin demostrar que el peso que llevan en el escudo laureado del Real Valladolid es mucho más alto de lo que muestra la actualidad blanquivioleta y, por qué no decirlo, del juego del equipo.

Comenzar perdiendo

Si el Real Valladolid necesita tranquilidad para afrontar sus partidos, el equipo de Miguel Ángel Portugal no la pudo encontrar. Al poco de comenzar el duelo le tocaba remontar tras un gol de Manu Lanzarote en el minutos seis. El tanto zaragocista llegaba en una jugada por banda mal defendida por el Real Valladolid y tras la primera de las tres ocasiones claras de las que disfrutó Juan Villar en la primera parte. El máximo goleador blanquivioleta no estaba acertado de cara a puerta y marraba varias opciones de desnivelar el partido que Manu del Moral igualó antes del descanso.
Un Real Valladolid serio, profundo pero muy, muy nervioso dominaba el juego aunque pagaba un error en cadena que lastraría hasta que Johan Mojica, Juan Villar y Manu del Moral en tres intentos superaron a Manu Herrera. En ese minuto 39 en el que el '20' blanquivioleta hacía justicia. Un Real Valladolid mejorable pero que dominaba el partido y vivía más tiempo en campo rival que en propio, empataba en el cuarto remate a portería. Tras varias ocasiones de Villar y diversos intentos de Johan Mojica, fue el jienense el que superaba la barrera defensiva del Real Zaragoza en unos primeros 45 minutos de color blanquivioleta.

Creciendo

Tras el nefasto encuentro en Butarque, el equipo tenía muy fácil mejorar. A peor no se podía ir. El equipo, sin grandes alardes, demostraba el potencial que tiene y el trabajo que se supone que hay detrás. Tras los primeros 45 minutos y con el gol de Manu del Moral en el tramo final, la inercia era ilusionante. El Real Valladolid tenía que demostrar en el partido intención, ganas y coraje y, al menos, durante la primera parte mostró que no quiere claudicar. Si tiene pocas opciones de play-off las quiere quemar hasta el final.

Empuje final

Las intenciones pueden ser unas, que parecía que las eran, pero la realidad era otra. La debilidad del Real Valladolid superaba al equipo en competitividad y en juego. El exceso de celo y el nerviosismo obligaban a que Miguel Ángel Portugal retirara a Marcelo Silva cuando el uruguayo se había jugado la expulsión en tres ocasiones. Con Samuel Llorca ya sobre el campo, el equipo maño volvió a adelantarse en el marcador. Un tanto de Pedro Sánchez en una nueva indecisión blanquivioleta mataba el partido y todas las ilusiones. Tanto en el choque como en la temporada.
El equipo lo intentaría en la media hora que restaba pero nada. Más de lo mismo en el juego y en la inercia. Este proyecto está cerca de fallecer y los responsables pueden tener las horas contadas. Miguel Ángel Portugal podría ser el primero. Un punto sobre 12 posibles en el tramo más decisivo de la temporada es insostenible y más cuando el equipo carece de fuerza y personalidad. Nuevamente, un gol en contra enterró las posibilidades del Pucela. Numéricamente, el peor de la temporada. Y ya es decir.