Johan Cruyff y el Real Valladolid

El fútbol está de luto. Johan Cruyff fallecía hoy a los 68 años de edad. El holandés, de gran recuerdo para el Fúbol Club Barcelona, deja un poso imborrable en el fútbol. Tanto es así que las redes sociales se han volcado con el homenaje. Todos los equipos de fútbol español se han unido al dolor del equipo azulgrana. El Real Valladolid no ha sido menos y, además del comunicado del propio club vallisoletano, Miguel Ángel Portugal y Borja Fernández, entre otros, han mostrado su dolor y su pésame a su familia. 

 
Después de vivir cinco temporadas como jugador culé y tras ocho campañas como entrenador barcelonista, es imposible no encontrar ningún vínculo del holandés con el Real Valladolid. Pese a que por circunstancias del fútbol, y del mal momento blanquivioleta en los años 70, nunca jugó contra el Pucela ni, por supuesto, en el estadio José Zorrilla, Cruyff sí que tuvo vinculación con el Pucela tras colgar las botas. Entrenó a diversos jugadores con pasado pucelano. Se encaprichó de uno de ellos y se lo llevó a Barcelona. Además de enfrentarse al Real Valladolid en 16 ocasiones, el histórico entrenador barcelonista vivió la despedida que Juan Carlos tuvo en el estadio José Zorrilla tras abandonar éste el fútbol profesional.

Johan Cruyff llegó al Camp Nou en 1973. Un fichaje histórico para el Fútbol Club Barcelona que tenía que dar un golpe sobre la mesa. Estuvo cinco temporadas. Tiempo en el que disputó 173 partidos con el equipo culé y en el que anotó 57 goles. Ninguno de esos tantos fue ante el Real Valladolid. Mientras el holandés hacía las delicias de los aficionados barcelonistas, el Real Valladolid intentaba regresar a Primera división, aunque sería imposible.
Uno de los tramos más complicados de la historia blanquivioleta, aquél que le tuvo 16 años fuera de la élite del fútbol español, coincidió con el primer paso del holandés por España. Su época de jugador sería la primera de sus dos etapas. Años después regresaría al Camp Nou, pero al banquillo, para guiar al equipo culé a su primer Champions League y, de paso, coincidir con el Real Valladolid por primera vez en su carrera futbolística.

Como jugador no tuvo unión con el club blanquivioleta pero como entrenador, sí. Johan Cruyff, que llegó al banquillo culé en 1988 ya se encontró al Real Valladolid en Primera división y no a un Pucela cualquiera. Aquella versión blanquivioleta estuvo llena de calidad. Tal fue el nivel que en su primer año, Cruyff no ganó al equipo vallisoletano que entrenaba Vicente Cantatore.

A la cuarta fue la vencida

Aquella temporada 1988/1989, el Pucela y el Barcelona empataron (0-0) sus dos duelos. Esa fuerza pucelana continuaría en el estreno de la siguiente temporada. Al tercer encuentro llegó la vencida pero para los blanquivioleta. El 2 de septiembre de 1989, un Pucela que dirigía Josip Skoblar se impuso (2-0) a los culés gracias a los goles Jankovic y Damián. Unos meses más tarde, y en el cuarto enfrentamiento del holandés con el Valladolid, Cruyff ganó. Se impuso (1-0) gracias a un gol de Bakero en enero de 1990.
Desde aquel partido, comenzó la lógica superioridad. Quedarían 12 encuentros entre los culés del holandés y los pucelanos con un bagaje muy alto para los barcelonistas. 12 partidos y 12 victorias, algunas de ellas incontestables. Por ejemplo, Cruyff vivió desde el banquillo de Zorrilla el partido en el que César Sánchez se entrenó en Primera. Aquella goleada (0-6) no fue la única. Un año antes la visita culé a Zorrilla se saldó con un resultado muy abultado (1-5).
De esta forma, y tras una aclimatación propia, y más a un entrenador con sus métodos, su Fútbol Club Barcelona fue muy superior al Real Valladolid. Tanto como para ganarle 13 de sus 16 enfrentamientos y anotar un total de 34 goles, mientras que solo recibió ocho.

Hablar de Johan Cruyff y vincular su nombre con el Real Valladolid es sinónimo de Onésimo Sánchez. El que fuera jugador del Real Valladolid y entrenador blanquivioleta en 2010 guarda un gran recuerdo del holandés. Tras no tener un buen inicio en Valladolid y, sobre todo, una buena cesión en el Cádiz, el actual entrenador del Toledo fue llamado por Cruyff para el Fútbol Club Barcelona. Pese a que no sería integrante del primer equipo, el vallisoletano se marchó del Camp Nou con el recuerdo de una participación inolvidable en una Supercopa de Europa ante el Milan.

Eusebio y Juan Carlos

La apuesta de Cruyff por Onésimo fue importante pero tenía poco que perder. Muchos lo calificaron como un 'capricho'. Los que no fueron un gusto esporádico fueron Eusebio y Juan Carlos. Ambos jugadores, con importante pasado en el Real Valladolid, al salir de la cantera blanquivioleta, tuvieron peso en la creación de su Barcelona. Los dos fueron titulares en el partido más importante de la historia del Fútbol Club Barcelona con el holandés.
El 20 de mayo de 1992, en el estadio de Wembley, el leonés y el vallisoletano jugaban el duelo que coronaría al club culé como campeón de Europa. Es más, Eusebio fue el jugador que recibió la falta con la que Koeman consiguió el gol de aquella victoria, un partido inolvidable que, desde hoy, se gana un hueco aún más importante en la historia del club y en la que participaron dos jugadores de pasado blanquivioleta que, más tarde, regresarían al estadio José Zorrilla para terminar sus carreras.

El fallecimiento de Johan Cruyff pillaba desprevenido a todo el mundo del fútbol. El Real Valladolid no ha sido menos pero poco tiempo ha pasado para poder leer las primeras muestras de cariño del mundo blanquivioleta. Obviamente, el club era uno de los primeros en hablar pero no el único. Portugal mostraba dolor por la muerte de "un genio" y de su "ídolo". Por su parte, Borja Fernández recordaba un cartel interior que existe en el estadio José Zorrilla que guarda una frase del holandés: "No se gana con los mejores sino con los que mejor trabajan juntos". Las palabras de exentrenador barcelonista tendrán más peso desde hoy, un día muy triste para el mundo del fútbol.