Con la miel en los labios
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Previa: "Prueba de fuego"
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En Santiago: "El Promesas encuentra el Camino"
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Ante el Lealtad: "Punto y seguido"
El Real Valladolid Promesas, con la misma alineación que derrotaba a la Sociedad Deportiva Compostela a domicilio, tenía una prueba de fuego ante el primer clasificado del Grupo I de Segunda División B, el Racing de Ferrol, que llegaba a los Campos Anexos después de tres victorias consecutivas y cinco encuentros sin encajar gol.
Dominio local
El filial comenzaba el partido a por todas, buscando hacer daño con balones largos que comprometían a la defensa ferrolana. El líder no estaba a gusto, pero tampoco concedía ocasiones; solo pasaba relativos apuros a balón parado. Jose Arnaiz y Óscar Arroyo probaban a repetir el gol ante el Compostela, sin éxito, y, poco después, una falta del abulense se marchaba alta por poco.
Los gallegos intentaban sacudirse el dominio local manteniendo la posesión, pero la pelota moría en los centrales blanquivioleta. En el lado opuesto, David Mayoral, bullicioso como siempre, suponía un gran quebradero de cabeza para Nano Macedo, que tenía dificultades para frenar sus internadas. Sin embargo, el ritmo caía cerca del intermedio. Los pucelanos querían pero no podían y los visitantes parecían no querer.
Cambio de rol
En la segunda mitad se modificaban los papeles. Eran los de Miguel Ángel Tena los que daban un pasito adelante y la defensa del Promesas empezaba a evidenciar problemas. Los vallisoletanos ya ni siquiera pisaban el área rival. Solamente Jose lo intentaba tímidamente y Borja Jímenez no dejaba pasar más tiempo. Con un cuarto de partido por delante retiraba a un Renzo Zambrano sin suerte y daba entrada a Caye Quintana, salvador ante el Club Deportivo Lealtad de Villaviciosa.
El encuentro estaba abocado al empate sin goles hasta que en una salida apurada de Julio Iricibar, Joselu Gómez, pichichi de la categoría, caía dentro del área. La grada y el entrenador visitante no lo veían nada claro; Saéz de Adana sí y señalaba penalti. El propio delantero lo transformaba sin problemas y los ferrolanos se veían en ventaja en la recta final.
Toni Villa ingresaba en el terreno de juego en ayuda de su equipo, pero al Real Valladolid B le costaba un mundo llegar al área contraria y, para colmo, de nuevo Joselu, con un precioso golpeo con rosca desde fuera del área, enviaba el balón al fondo de las mallas lejos del alcance de Julio. Era la sentencia de un conjunto que no merecía tanto premio, pero que sumaba su cuarta victoria consecutiva y su sexto partido sin encajar.
Una derrota que, unida al triunfo del Atlético Astorga en Gijón, vuelve a acercar al Promesas a 4 puntos de la zona baja antes de viajar a tierras viguesas para enfrentarse al Coruxo F.C.