El Promesas rompe la barrera

El Real Valladolid Promesas, con la novedad del recién fichado Jorge Juliá en el once titular y la vuelta de Caye Quintana tras cumplir sanción, visitaba el Estadio Municipal de Guijuelo para enfrentarse a un conjunto venido a menos que había caído en 8 de sus últimos 11 encuentros.

 

Recital de Jose

El partido comenzaba de forma similar al de hace dos semanas en León. Los pucelanos sorprendían de inicio con un disparo de Jose Arnaiz que no podía atajar Quique Royo. El primero del filial dejaba tocado al conjunto local, que a punto estaba de encajar otro tanto instantes después en un remate de Caye Quintana que provocaba los silbidos en la grada.
Los salmantinos no se encontraban a sí mismos, mientras que los blanquivioleta cada vez se mostraban más cómodos sobre el terreno de juego. Los de Borja Jiménez iban a la presión en velocidad, atenazando a los chacineros que, sin tiempo para levantarse, recibían el 0-2 en el minuto 15 en un mano a mano de Jose tras una nueva internada por la banda, que volvía a mostrar las vergüenzas de la zaga local. Y había más. El Guijuelo se levantaba de la lona a duras penas cuando recibía otro gancho de derechas. Caye Quintana pillaba la espalda de la defensa en un balón largo y era objeto de penalti por parte de Chema Antón. Una pena máxima que el propio onubense se encargaba de transformar. Veinte minutos y, el partido, resuelto; ver para creer.
No contentos con el 0-3, las ocasiones seguían sucediéndose y Caye Quintana estrellaba un balón en el cuerpo de Quique Royo. De La Barrera no daba crédito a lo que veía y decidía hacer el primer cambio mediada la primera mitad, dando más mordiente a su ataque con la entrada de Antonio Pino.
La situación se iba tranquilizando poco a poco, pero, como si del primer equipo se tratara, el Promesas seguía acumulando oportunidades antes de retirarse al descanso.

Más de lo mismo

El técnico local optaba por el cambio de sistema tras la reanudación. En el primer minuto ya había hecho algo inédito: disparar a la puerta defendida por Julio Iricibar. Era el primer tiro entre los tres palos por medio de Jesús Hernández ‘Piojo’, el único que inquietaba la meta visitante.
Borja Jiménez movía el banquillo y permitía el debut de Higinio Marín, que, como Juliá, se incorporaba al equipo esta misma semana. El filial bajaba el ritmo ofensivo y se limitaba a estar bien colocado en el terreno de juego, consciente del daño que podía provocar a la contra. Dicho y hecho. Jose volvía a entrar plácidamente por la banda derecha, combinaba con el recién ingresado y Renzo Zambrano solo tenía que empujar la pelota en el segundo palo para anotar el cuarto.
Cada contra del Real Valladolid B suponía un quebradero de cabeza para la grada, que castigaba a los suyos con aplausos a los jugadores del filial. Era en ese instante cuando respondían los chacineros, tras un penalti cometido sobre Julián Luque. Julio detenía el lanzamiento en primera instancia, pero el rechazo lo remachaba a la red Carlos de la Nava para marcar el gol del honor. Demasiado tarde.
Tres puntos vitales con goleada incluida que sirven para sacar del descenso al Real Valladolid Promesas, que no ha perdido en los cuatro partidos disputados en el nuevo año.