La foto que resume 2015 en el Real Valladolid

Resumir un año en una imagen es realmente difícil, pero la fotografía de Gaizka Garitano abandonando el Nuevo Estadio José Zorrilla con sus enseres personales, el pasado 21 de octubre, ilustra en gran parte lo que ha sido el Real Valladolid en estos últimos 12 meses. Un club en el que, por los motivos que sean, las cosas no salen bien pese a los intentos de todas las partes. Un ascenso frustrado en la segunda mitad de la anterior temporada y demasiado lejos del objetivo durante gran parte de la actual. Dos entrenadores destituidos: Joan Francesc Ferrer Sicilia 'Rubi' y Gaizka Garitano.

El primero acabó la temporada, el segundo duró menos de dos meses de competición. Ambos llegaron con resultados y currículum a sus espaldas. Rubi, permitiendo soñar a un modesto Girona F.C. y trabajando en un equipo de primer nivel como es el Fútbol Club Barcelona; Garitano, arrasando en Segunda con un equipo humilde como la Sociedad Deportiva Eibar, al que ascendió a Primera. En Valladolid, ninguno de los dos cuajó. Heredaban, además, el aguante ante la incapacidad de Juan Ignacio Martínez. La confianza en el alicantino, pese a la debacle, no funcionó y ellos lo pagaron a todos los niveles. Especialmente Rubi, que sufrió una impaciencia desmedida.
La soledad del entrenador la refleja Gaizka Garitano. Los técnicos no han funcionado pero, aunque sea un tópico, es al único al que el fútbol moderno permite relevar manteniendo un clima de relativa normalidad. Normalidad que se ha traducido en la llegada de Miguel Ángel Portugal, entrenador de los de siempre llamado a obrar una remontada cual político que lidera una exitosa transición.