Inicios parecidos
Después de dos partidos sin ganar y con un encuentro ante el Albacete en el horizonte más cercano, las sensaciones del Real Oviedo no son todo lo buenas que gustaría, o que al menos lo eran hace unos días, después por ejemplo de la victoria en el Anxo Carro. Desde el vestuario se apuesta por mantener la calma y la tranquilidad, y se usa un argumento con fuerza. El arranque, a estas alturas, está en las mismas cifras que la temporada pasada.
Los azules llevan nueve puntos, consecuencia de dos victorias y tres empates en siete partidos. Dos derrotas lastran esos números; números que son exactamente iguales que los de la campaña pasada. Las diferencias comienzan a aparecer en datos más concretos. La primera, en los goles encajados. Esta campaña el Oviedo ha encajado 11 goles, mientras que la anterior habían sido nueve. En los goles a favor, los números son los mismos, pero a la inversa; nueve anotados esta campaña, por 11 de la anterior.
La mayor diferencia reside en los escenarios en los que se han conseguido esos puntos; una diferencia que también es parte del análisis que se hace desde el vestuario en relación a las sensaciones. El Real Oviedo lleva dos puntos de nueve posibles como local y siete de 12 como visitante. El año pasado, y también los precedentes, era en el Tartiere donde se sustentaba el mayor balance de puntos. Y es que, en la misma jornada la temporada pasada, también el balance era inverso. Siete de 12 en casa (victorias ante el Reus y el Cádiz, empate ante el Zaragoza y derrota ante el Rayo) y dos de nueve fuera (empates en Almería y Gijón).
Las sensaciones parecen peores por el hecho de no haber sumado victorias en casa, pero la realidad demuestra que el inicio de temporada es prácticamente idéntico al de la temporada pasada. Otra de las diferencias está en lo que se refiere a la exigencia. En el segundo año de Juan Antonio Anquela dirigiendo la nave azul, con una plantilla que ha sufrido notables cambios y que ha dado un salto, se espera cuanto antes el cambio de ritmo en una competición cada vez con más gallitos.
