El Oviedo, con paso firme y gol de Toché

La primera ocasión fue para los visitantes, que pudieron adelantarse tras un remate de Soriano cuyo cabeceo sacó el guardameta titular del Real Oviedo, Esteban, en una gran acción. Sería la más clara de los rojiblancos y casi la única de la primera parte, pero el centro de Montoro fue rematado por Soriano a la zona de la portería donde estaba el meta avilesino, brillante en ese de acciones que requieren reflejos.

El Oviedo, simbargo, la primera ocasión que tuvo tardó en llegar, fue a los diez minutos de juego, pero acabó en gol. Un saque de esquina botado por Susaeta lo caza en el área Toche, que no falla el remate y con un cabeceo perfecto introduce el balón en el fondo de las mallas. El murciano, que entraba desde atrás, desbarató la defensa en zona del Almería y superó por alto a todos los jugadores en el área pequeña.
El punta seguiría poniendo en problemas a la defensa rojiblanca, demostrando que con muy poco le basta para crear peligro. La tendría pocos minutos después del gol, tras un desmarque en velocidad con el que se mete en el área, controla y dispara, pero su balón se va alto.
El Almería, que había empezado por agresivo e incisivo arriba, mermó su pegada, y el Real Oviedo, que no controló el balón en un principio, se hizo con él según avanzaban los minutos. La ocasión más clara después del gol también fue para los azules, que combinando con las bandas, sobre todo la derecha, llegaron a meter al Almería en su área. El disparo de Susaeta, tras un pase atrás de Valle, lo roza Cuesta, pega contra el larguero y se va fuera, evitando así el segundo del Oviedo.
El almería pudo haber recortado tras una mala entrega de David Fernández, pero Quique no aprovechó su ventaja y entre que se escoró y que Borja Gómez cubrió a su compañero, el atacante rojiblanco se quedó sin opción de tiro y el balón salió escorado y a las manos de Esteban.
El Almería no le perdió la cara al partido e intentó armar alguna contra pero la definición siguió siendo su cuenta pendiente, y el Oviedo, mostrándose muy serio en ayudas, acabó cortando el peligro.
Un incisivo Diegui por banda, y un Toché en estado de gracia, fueron dos de los máximos exponentes del ataque azul. El primero dobló y combinó con Susaeta por banda derecha, abriendo campo y alargando el ataque azul como si de un jugador veterano se tratara. El segundo tuvo mucho protagonismo en el área aunque no llegó a materializar todas las que dispuso, y entre Morcillo y el meta visitante, evitaron que pudiera anotar.
El Oviedo mejoró con el paso de los minutos y Egea recolocó a sus hombres en el campo para que así fuera. El argentino jugó con un 4-1-3-2 en el que Erice se quedó de pivote defensivo por delante de la defensa y Kone y Susaeta ocuparon las bandas, dejando a Valle con Toché en punta. La movilidad del nuevo dibujo fue constante, y Toché, Kone y Valle combinaron siempre en los últimos metros de campo, haciendo también que las perdidas o robos que pudiera sufrir el equipo, fueran lejos de la portería de Esteban.
El dominio no fue constante, y algún fallo en la salida de balón acabó en pies de jugadores almerienses, pero las ayudas en defensa hicieron que ninguna de las jugadas visitantes conllevara peligro real para los intereses del Real Oviedo.
 
Con la victoria por la mínima y las buenas sensaciones se llegó al descanso, siendo buena noticia para el Almería que el Oviedo sólo llevara un gol a favor y punto negro en la primera parte de los locales el no haber aprovechado el resto de ocasiones de las que dispuso.
Pese a no materializar, el Almería acabó la primera parte con un disparo a favor más que el Oviedo, nueve en total, pero seis de ellos se fueron fuera. De los cuatro que envió el Oviedo a puerta, uno fue gol. La posesión, igualada, hizo que el partido fuera para el Almería solo durante los primeros minutos de juego, luego fue el Oviedo quien manejó el centro del campo no sin cosechar varios contragolpes en contra.
En la segunda parte Egea dio entrada a Héctor Font por un tocado Borja Valle que aguantó hasta el descanso a un grandísimo nivel. Aunque el Almería pareció avanzar líneas y acercarse al área rival, la triangulación y la presión azul fueron las que acabaron por generar más sensación tanto de dominio como de peligro.
*El Tartiere estalló contra el árbitro tras una jugada rapidisma iniciada por Diegui en su campo que acaba con un gran pase en profundidad a Aguirre. El extremo toca el balón pero es atropellado por al meta visitante y no alcanza a rematar. El árbitro no señaló nada y la jugada acabó en córner después de que la defensa rojiblanca sacara el balón que había empujado como había podido Aguirre antes de caer.
Dubarbier, rapidisimo, evitó que una contra de Toché acabara de nuevo en problemas para los visitantes y tapó al delantero facilitando que llegara a interceptar el balón su portero. La réplica fue un ataque rojiblanco que dio lugar a un córner, tras un desmarque de Quique que cortó la defensa azul, pero el peligro almeriense se quedó ahí.
El Oviedo volvió a perdonar, y de nuevo en una acción de Diego Aguirre, que tras deshacerse de Cuesta en una mala salida del portero, remató forzado y su disparo se fue fuera. El Tartiere, que despedió entre aplausos a Toché, se cayó con la entrada de Cervero en el campo, al que ovacionaron desde el mismo momento en que fue llamado para entrar al campo.
Durante los últimos minutos el Almería se lanzó a la desesperada a buscar el tanto del empate, pero el Oviedo, muy compacto en su campo, acabó por desbaratar cualquier intentó visitante. En la úñtima acción del partido fue Esteban quien salvó a su equipo y garantizó que los tres puntos se quedaban en casa tras placar un disparo de Cuéllar en el àrea.
Los azules suman tres puntos que les colocan en la parte alta de la tabla, recortando puntos a rivales fuertes como el Córdoba, lider de la categoría, que perdió durante la jornada de ayer frente al Elche. El Almería, por su parte, se hunde un poco más en la clasificación y continúa sin dar visos de mejora la situación del equipo, que no dio con la manera de poner en problemas a un Oviedo que no sentenció el encuentro pese a la solvencia ofensiva que mostró.