¿Qué pasa con Marco Asensio?

Marco Asensio no está. No se encuentra a sí mismo, no encuentra a sus compañeros del Real Madrid, no encuentra a los de la selección. El balear atraviesa uno de los momentos más delicados de su carrera, en una edad clave para dar un golpe en la mesa y asentarse en el equipo de Zinedine Zidane. Pero las lesiones y su bajo rendimiento ponen cada vez más en su duda si figura, rodeada de críticas en sus últimas actuaciones.

La última fue con España. Luis Enrique le citó ante la ausencia de Ansu Fati, lesionado en la última jornada, y su convocatoria ya suscitó muchos mensajes de aficionados que no entendían a qué se debe ese premio ir con la selección. Buena parte de ellos justifican que jugadores como Portu deberían estar ahí mucho antes que él. Los números, sin duda, dan la razón al jugador de la Real Sociedad.

Marco Asensio, lesión y altibajos en el Real Madrid

Su fichaje desde el Mallorca fue una ganga: apenas 3,5 millones de euros en un jugador que apuntaba a ser una estrella. Se marchó cedido al Espanyol antes de quedarse en la plantilla del Real Madrid, donde disfrutó de su primera temporada de blanco en el curso 16/17.

Sin duda, el momento álgido de su carrera llegó en septiembre de 2017. Un arranque de curso espectacular, dos golazos en la Supercopa y el inicio de lo que prometía ser una temporada plagada de éxitos. Fue, probablemente, su mejor curso con la camiseta blanca: jugó 53 partidos y participó en 17 goles, con 11 tantos y seis asistencias.

Pero aquel curso fue de más a menos. Marco Asensio, desde aquella irrupción, parece algo atascado. El curso 18/19 mostró un nivel bastante más pobre, aunque anotó seis tantos y dio nueve asistencias. Para colmo, en verano de 2019 sufrió una grave lesión que le tuvo apartado durante siete meses de los terrenos de juego, participando sólo en el tramo final de la temporada pasada.

En este 20/21, Zidane le ha dado galones y parece partir como teórico titular en el once de gala del Real Madrid. En cambio, sus números de momento están a cero, tanto en goles como en asistencias. Y más allá de las estadísticas, hay algo mucho peor: poca confianza, poco juego, pocas ocasiones generadas y una sensación muy, muy pobre que sólo él es capaz de revertir. Tiene 24 años y cualidades de sobra. En sus botas está la oportunidad.