La Liga se lleva los tres puntos de Pekín pese al empate entre Madrid y Barça

Ni los aficionados chinos del Barcelona ni los del Real Madrid pudieron celebrar la victoria en las calles de Pekín, pero la expectación generada erigió a la Liga española como la gran vencedora de la noche.Víctor Escribano
Alrededor de trescientos madridistas se acudieron al evento organizado por La Liga en la capital china con motivo del partido entre ambos equipos (1-1), que contó con el exdelantero del Real Madrid y de la selección española Fernando Morientes como anfitrión, mientras que Gaizka Mendieta, ex del Barça, acogió en Shanghái a unos 400 aficionados culés.
Morientes, que acudió como embajador de La Liga, aseguró en declaraciones a Efe que el interés por el fútbol español "está creciendo muchísimo".
"He visto mucha emoción por La Liga", añadió, "aunque aquí se vive de manera más tranquila".
El éxito de la máxima categoría del fútbol español en China radica en el elenco de estrellas que disputan la competición.
Así lo señala Jiang, un admirador de un icono del Real Madrid, Raúl González, que, ataviado con su casaca merengue, asegura que la liga española "es la mejor del mundo".
Pese a esto, también es de vital importancia la introducción de nuevos horarios para los partidos, con el objetivo de llegar más fácilmente a un mercado asiático que no siempre estaba dispuesto a trasnochar para verlos.
Algunos aficionados en España mostraron su disconformidad con el horario escogido para el encuentro (16.15 hora española), pero el gigante asiático, con siete horas más, disfrutó de una emocionante velada balompédica entre vítores a los detalles técnicos de Isco Alarcón y abucheos a las intentonas del uruguayo Luis Suárez, autor del tanto azulgrana.
Otro de los seguidores allí presentes, Wang, afirma que los apasionados del fútbol de su país están "muy agradecidos" por esta iniciativa.
Por su parte, Jiang considera que los nuevos horarios "pueden ampliar el mercado que tiene el fútbol español en China".
Morientes también se sumó a esta visión, y explicó que "ampliar los horarios es beneficioso para la visión comercial de La Liga, para que los clubes estén saneados y puedan obtener muchos más ingresos por televisión".
"Eso repercute en la salud económica de la liga y de sus jugadores", matizó.
Asimismo, el embajador de La Liga expresó su deseo de que los aficionados españoles tengan más en cuenta estas iniciativas que se llevan a cabo "por el buen funcionamiento" de la competición y recordó que "en todos los países tienen derecho a ver a sus equipos y jugadores favoritos".
Otro de los seguidores blancos que acudieron al evento, Yao, celebró este horario favorable para China, aunque aseguró que se quedaría "toda la noche despierto con tal de ver el partido".
Pero no son solo las estrellas o los horarios los que suscitan este gran interés en el país asiático: una joven aficionada madridista, Yawen, explica a Efe que su pasión por el Real Madrid lleva el nombre de Cristiano Ronaldo.
Ella y su grupo de amigas coinciden en que algunos de los jugadores más importantes de la competición "son muy guapos".
Los aficionados chinos que se reunieron delante de la pantalla gigante que el operador chino PPTV, propietario en el país de los derechos de emisión de LaLiga Santander, vibraron de emoción con los últimos minutos del encuentro.
El gol de Sergio Ramos, una vez más con un cabezazo cuando el partido agonizaba, puso las tablas en el marcador tras el tanto de Suárez para el equipo local e hizo estallar de alegría a los merengues pequineses, cuyas caras denotaban tensión y cierta resignación ante el juego desplegado por los pupilos de Zidane.
En el último suspiro del tiempo de descuento, el brasileño Casemiro sacó bajo los palos lo que habría supuesto el definitivo dos a uno para el Barcelona y, tras el pitido final del árbitro, el pabellón comenzó a festejar como si de una auténtica victoria sobre los culés se tratara.
Seguramente, los mandatarios de La Liga compartirán esa misma alegría tras comprobar una vez más cómo el fútbol español genera cada vez más interés y afición en un mercado de gran relevancia como el chino.