Chimy Ávila y su pasión por el verde: 'cambia' de marca por los colores del Betis
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Marcó su primer gol como bético
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Emuló a Alfonso Pérez Muñoz
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El Benito Villamarín aclamó su nombre en el cambio
Chimy Ávila se está convirtiendo en unas de las sensaciones del Betis tras su llegada a Heliópolis en este pasado mercado de invierno para reforzar la zona de ataque. El futbolista se ha identificado con la causa bética: sus declaraciones, las ganas que ha mostrado en los minutos que lleva acumulados y sus gestos lo delatan. Tanto es así que la propia afición ha visto en él a un exponente de la actitud que quiere ver en el resto.
Lo último del argentino ha sido lo de este pasado domingo en el choque frente al Athletic Club en el Benito Villamarín donde se estrenó como goleador. Chimy, que venía usando botas de la marca Adidas, cambió por completo de registro y se fue a la competencia en material deportivo, Nike, para poder calzarse unas nuevas de color verde que acaba de estrenar la marca norteamericana. La pasión que viene demostrando el delantero por el Betis, hasta en las botas.
Se estrenó como goleador
Este guiño de Ezequiel Ávila no sólo demuestra el vínculo que ya parece tener con el 'manquepierda' y con el color más identificativo posible del Betis, si no que también fue una llamada a la suerte (a la buena suerte) para así estrenarse como goleador con la camiseta verde y blanca.
Y lo hizo con un golazo de bandera. Tras un pase maravilloso de Willian José y un control excelso en carrera que le permitió batir por debajo de las piernas a Unai Simón. El primer gol siempre es el más difícil, en todos los sentidos.
El recuerdo del gran Alfonso Pérez Muñoz
Como curiosidad, otro de los delanteros que se puso unas botas de color verde en el Betis fue Alfonso Pérez Muñoz. El que fuese uno de los mayores innovadores en el gremio de los futbolistas con algo que hoy parece normal, cambiar de color en las botas, comenzó la revolución con sus míticas botas blancas en la temporada 96/97. Un impacto que quiso volver a repetir cuando una temporada más tarde, en la 97/98, sacó otras de color verde como le demandaba la afición por aquel entonces.
A partir de entonces el marketing se disparó en ello hasta llegar a lo que día de hoy es algo cotidiano: ver a los futbolistas jugar durante la propia temporada con botas de varios colores y formas.
