El derbi: la pasión en el césped, en las gradas y en toda una ciudad
Sevilla y Betis se miden en el Ramón Sánchez Pizjuán en un nuevo episodio de la historia de los derbis, duelos de máxima rivalidad que son mucho más que noventa y tantos minutos de fútbol y que están marcados por el sentimiento y la pasión, en el césped, en las gradas y en toda una ciudad.
En medio de un gran ambiente en el estadio de Nervión, este nuevo capítulo de la historia cainita de la Sevilla futbolística llega en vísperas del Domingo de Ramos y del inicio oficial de la Semana Santa, una cita grande para Sevilla, y en un atípico Sábado de Pasión que puede ser el preludio del calvario que pueden aguantar los perdedores hasta el próximo derbi.
Además, tiene el aliciente de que los dos equipos, eternos rivales desde hace más de un siglo, luchan por el mismo objetivo: coincidir de nuevo en competiciones europeas, aunque los anfitriones son quintos con 49 puntos, a uno solo de la plaza de 'Champions' que ocupa el Getafe y con seis de ventaja sobre los verdiblancos, novenos con 43 y, por ende, obligados a ganar para no descolgarse.
En las vísperas, ha sido el derbi de las dudas, finalmente despejadas. Al final, el centrocampista Sergio Canales, una pieza clave en el entramado ofensivo del técnico Quique Setién, ha llegado a tiempo tras recuperarse en tiempo récord de un fuerte esguince de tobillo.
Menos suerte ha tenido el Sevilla, pues el delantero luso André Silva no se ha restablecido de sus molestias y, además, el equipo de Joaquín Caparrós ha sumado una baja de última hora y muy destacada, la del medio galo Maxime Gonalons, por una lesión.
Con el estadio prácticamente lleno en una tarde primaveral y de agradable temperatura, se prevé un choque intenso y de emoción hasta el final, con duelos de alto voltaje en los banquillos, con dos técnicos pasionales como Caparrós y Setién, y entre jugadores que son emblema de sus equipos como Jesús Navas y Joaquín Sánchez. Al final, el que pierda deberá aguantar una semana, o más, de pasión.
