El Real Betis se queda afónico bajo la lluvia

Mañana desapacible en Sevilla. El otoño enfila sus últimos metros y lo hace con lluvia, frío pero con un Real Betis Balompié que se ha acostumbrado a competir. El equipo de Víctor Sánchez del Amo ha aprendido el significado de una palabra prácticamente 'olvidada' en los anaqueles del Benito Villamarín. Empate a tres goles en un choque avivado desde el comienzo. El Betis, por fin, dispuso de un penalti a favor, Rubén Castro marcó su primer gol en casa y la pasividad defensiva volvió a ser tónica habitual. Roncaglia dejó con la miel en los labios a la afición bética con el tanto en las postrimerías.

El duelo arrancó con dominio del Celta del Vigo. Mejor plantado en el campo, el 4-2-3-1 de Eduardo Berizzo funcionó mejor que el 5-3-2 de Víctor Sánchez del Amo. Y eso que al descanso se llegó con tablas en el marcador. Muy pronfundo el conjunto olívico por el costado zurdo, el internacional sub 21 por Bélgica Theo Bongonda hizo 'sangre' en continuas internadas por el costado de Álvaro Cejudo. El de Puente Genil fue una de las novedades del once junto con José Carlos. Piccini, sancionado, y Mandi fuera de la lista por precaución, fueron las modificaciones obligadas en el esquema inicial del técnico madrileño. Otra de las novedades fue la inclusión de Sanabria por Joaquín. El paraguayo acompañó a Rubén Castro en el frente de ataque.

Sesteo inicial

Antes del primer cuarto de hora, la escuadra celeste encontró premió en una incursión de Bongonda. El veloz extremo se marcha con suma facilidad de su marcador, sirve un pase raso que se paseó por el área pequeña. En el segundo palo rescata la bola Wass que suaviza un pase de la muerte hacia el otro costado que empuja Iago Aspas al fondo de la portería con comodidad.
El gol celtiña noqueó las mentes de los futbolsitas verdiblancos. Se enfundaron el mono de trabajo y comenzaron a remar al mismo son. No obstante, los hombres ofensivos de la entidad viguesa no perdieron comba en acciones fugaces de lado a lado. José Carlos, que ya debutó de manera oficial en la ida copera ante Deportivo de la Coruña repitió titularidad. Nervioso, su inquietud le pasó factura en determinados lances del partido. En el ecuador del primer acto, una pérdida del de Paradas terminó en saque de esquina para el Celta después de un latigazo del danés Daniel Wass y rechazo de Adán. El balón le botó delante al meta mejoreño y Bruno acabó mandando el cuero a saque de esquina.
El primer disparo del Real Betis en el encuentro llegaría a la media hora de juego. En las botas de Tonny Sanabria. El delantero guaraní disparó sin fe ni potencia al borde del área para que Rubén Blanco atrapara sin ninguna dificultad. El portero titular del Celta, Sergio Álvarez cumplía el segundo encuentro de sanción. El ex del Sporting de Gijón ya muestra señales de 'vida' tras su letargo de comienzos de temporada. La primera parte iba enfilando hacia sus últimas escenas y el Betis cada vez habitaba más zona ajena. El paso atrás de los de Berizzo era notorio. El gol iba a llegar. Pero antes Rubén Castro avisaría con un disparo fotísimo que repelería la zaga olívica.
La acción polémica del envite aterrizaría a cuatro del descanso. El brasileño Petros cae en el área tras una absurda entrada de Fontàs y el colegiado murciano Sánchez Martínez no lo dudó. Penalti a favor del Betis. Ha sido la primera pena máxima que le señalan al conjunto heliopolitano en lo que llevamos de temporada. Era el único equipo que aún no había lanzado desde los 11 metros. Con sangre fría, Rubén Castro transformaba el penalti por el centro engañando así a Rubén que se venció a un lado. Primer gol del canario en casa en liga. Los 45 minutos iniciales sólo fueron el preámbulo de lo que se avecinaría en el acto final.

Salida en tromba... bajo el aguacero

La charla de Víctor Sánchez en el descanso debió ser convincente. El equipo no se lo pensó dos veces y atacó y atacó hasta volver a perforar portería rival. A los dos minutos Rubén Castro se topaba con el palo en una ya clásica jugada del insular. Carrera al hueco, recorte al interior y chut rápido a contrapié para el portero, que se quedó observando la acción. El incesante empeño local sacaría tajada a continuación. Multidudinario lance en el interior del área que Rubén Castro rescata entre la algarabía  para servir un balón a Sanabria. El paraguayo no perdona con un disparo potente. Era el 2-1, la segunda parte se contagió de la lluvia y el pánico cundió. 
A la hora de choque sería nuevamente Iago Aspas el encargado de poner el empate en el luminoso. Bongonda percutía a su antojo por el costado y sirve un balón medido a Aspas, que fusila a su gusto a Adán. Cuando el Celta parecía más estirado y activo, el Betis sorprendió a balón parado. La pizarra de Víctor sí escribe. Coincidiendo con la entrada de Joaquín al verde desembarcó el 3-2. Córner milimetrado del portuense a la cabeza de Germán Pezzella. El argentino se elevó al cielo para batir a Rubén.
El público disfrutaba de lo que veía en el campo. Las rostros eran de felicidad. Pero en toda fiesta siempre hay un villano y en el día de hoy fue Facundo Roncaglia. Y eso que el Betis pudo ampliar la renta antes del definitivo empate a tres. Rubén Castro no bajó los brazos y bien pudo hacer el segundo de su cuenta personal en una aturullada acción que finalizó Felipe Gutiérrez. El chileno también entró en el segundo tiempo en el puesto de Ryan Donk. Pero lo que importó fue el cabezazo de Roncaglia al córner botado por Wass. Indecisión en la zaga bética que le cuesta dos puntos.
No hubo tiempo para más. Se registraron seis goles y el Betis, al menos, se acostumbra a luchar y pelear. La próxima semana volverá a actuar en el Benito Villamarín en un partodo ante el Athletic Club de Bilbao.
 

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